Una reforma, entre las tres cosas más estresantes para el ser humano

Hace poco me metí en obras en mi casa. De forma poco inteligente, porque no contraté una empresa buena como Reformas Martí, sino que dejé que la urgencia o la ilusión del momento me hiciesen precipitarme. Y es que llamé a esta empresa que os comento de reformas integrales, pero son tan buenos que tenían una pequeña lista de espera de dos semanas. No me esperaba que fuese a pasar eso y ya había pedido unos días de vacaciones en el trabajo para estar en casa durante las obras, así que tuve que contratar a otra compañía rápido y corriendo. Y me decanté por un anuncio que vi pegado en una farola al lado de casa.

Lo cierto es que fue un infierno y se confirmó aquello que leí una vez de que las reformas junto con las mudanzas y los divorcios son las tres cosas más estresantes en la vida de un ser humano. En mi casa se presentó un contratista que parecía más o menos formal y que me dio un presupuesto un poco bajo pero me decía que sería suficiente para retirar el gotelé de casa y cambiar las puertas por unas más modernas, así como también mover unos puntos de luz y enchufes y sustituir los rodapiés por otros del color de las puertas.

reformas
Cuando vayamos a hacer una reforma en casa, es conveniente elegir bien al contratista para llevarlo de la mejor manera posible.

Se suponía que haría todo esto en un mes. Pero en realidad la obra no había más que alargarse. En total, tardó más de dos meses en llevarla a cabo, y no con mucha calidad. Además, cada vez que hablaba con un profesional del ramo me decía que no era normal que estuviese tanto tiempo para hacer esas cosas. Cada día me enfadaba más.

Y a ello contribuían detalles como llegar tarde todos los días y empezar muy tarde a pintar. La explicación era que el contratista (profesional de todo y de nada porque era el mismo que pintaba, hacía la carpintería, etc.) decía que tenía ya cincuenta años y que para poder pintar bien la línea que separaba el techo de la pared tenía que tener el pulso fresco. Otro día por ejemplo al mover los muebles para pintar me golpeó la puerta principal de la entrada y le hizo un boquete para el que luego descubrí que no tenía un seguro con el que sustituir la puerta por una nueva y dejarla como estaba. Otra de sus maravillas fue por ejemplo colocar la puerta del baño desplazada hacia el pasillo a diferencia de cómo estaba con anterioridad de forma que desde la taza del wáter podías ver la baldosa del suelo, la madera del paso de puerta y una gran línea de parqué. Este momento fue algo más que estresante. Porque encima el pinche del obrero contestó que no había problema, porque él había visto plaqueta como la del baño para solucionar el entuerto dentro del mueble del tendedero. No sabía si reír o llorar, porque aquello significaba algo que yo ya sospechaba cuando veía mis tijeras o mis paños por ahí, y es que abrían mis armarios en busca de todo aquello que les hacía falta o para no quiero ni saber por qué.

Al final, llegó a acusarme de que no quería pagar la obra cuando en realidad yo solo quería pagar por aquello que está bien hecho, al igual que nadie es tonto como para ir a una tienda y comprarse una camiseta rota y pagar por ella lo mismo que por una que esté en perfecto estado. Surrealista, pero culpa mía por contratar a una empresa donde no había un solo profesional y ni siquiera tenía un seguro.

En definitiva, acabé llamando y esperando por Reformas Martí para que solucionasen bien y rápido el entuerto que los otros habían liado y ahora estoy contenta, pero he de reconocer que fueron dos meses horribles en los que llegué a no poder dormir por culpa de la ansiedad y a somatizarlo todo con fuertes dolores de estómago durante las últimas dos semanas. Sobre todo cuando vi que me subía el presupuesto en 2.000 euros con cosas que no había encargado y con partidas repetidas. Vamos, que estaba pagando la tarifa de autónomos y el precio de otra mensualidad del pinche por ser tan inútiles ellos de no acabarlo todo en el plazo acordado.

Si os planteáis hacer una reforma en casa, estad seguros antes de encargársela a una empresa que merezca la pena como la compañía familiar Reformas Martí, dedicada a la reforma integral y formada por un amplio equipo de profesionales con años de experiencia en todos los sectores que comprenden la reforma integral: albañilería, fontanería, electricidad, pintura, carpintería, etc. Su experiencia adquirida antes como trabajadores independientes la integran hoy Reformas Martí.

A mí me ofrecieron un trabajo coordinado y limpio que cumplió los plazos acordados con la mayor seriedad y la máxima garantía de calidad. El resultado fue impecable.