No sé si os habéis dado cuenta de que ecología y naturaleza son dos términos que suelen ir muy unidos. De hecho, es contradictorio que alguien que no se preocupe por la naturaleza intente ser totalmente ecológico o al contrario. Yo soy amante de la naturaleza e intento ser totalmente responsable con mi actuación sobre el medioambiente y mi hobby es el birdwatching (avistamiento de aves), por eso mi empresa favorita de viajes es Naturzoom, porque organiza unos tours de observación de aves increíbles.
El caso es que la observación de aves es un hobby que necesita de paciencia. No puedes llegar a una zona totalmente equipado con la última tecnología en prismáticos y demás y pretender que, con eso, empieces a ver las mejores aves, las más extravagantes y las más bonitas en cuestión de minutos. No, esto es algo que lleva su tiempo y requiere de mucha paciencia por lo que podemos llegar a estar horas y horas allí tirados camuflados entre los matorrales a la espera de ver algo. A veces acampamos en medio de la nada esperando poder tener los mejores avistamientos de aves y no soporto cuando alguien, sea quien sea, aprovecha esas horas para contaminar el lugar.
¿Cómo se puede ser amante de la naturaleza y ser tan descuidado con ella que te da igual dejarte tirado en el suelo un bote vacío de coca-cola o tres bolsas vacías de patatas fritas? No lo entiendo ni lo entenderé nunca.
Esa paciencia que requiere este hobby se suele ver recompensaba en la mayoría de los casos pero precisamente por el número de horas que requiere que se le invierta también hay algunos que se descuidan, por aburrimiento o por dejadez, y acaban dejando todo hecho un auténtico asco.
En un sobre consejos para comenzar el mundo del avistamiento de aves en ciudad aseguran que podemos verlos, si somos perspicaces, en nidos en los balcones, apoyados en tendederos de ropa, etc. y yo abogo porque todos aquellos que quieran iniciarse en este mundo empiecen por ahí y vean si son capaces de tener la paciencia que esto requiere antes de adentrarse en la naturaleza real y estropearla. Debes amar la naturaleza para saber contemplarla así que yo invito a quien quiera amarla a que aprenda antes cómo se debe contemplar.
De hecho, desde aquí, desde este blog que espero que muchos lean, os diré una cosa: quien ensucia nuestro mundo se ensucia a él mismo y quita vida a generaciones posteriores. Quien ensucia nuestro planeta es un irresponsable que no se merece el beneficio de la duda porque está matando la naturaleza, porque está favoreciendo el incremento de tamaño de nuestro agujero de ozono, ese que puede matarnos, ese que puede destruirnos. Quien no recicla porque no le da la gana está contribuyendo a todo eso y mucho más así que, en mi humilde opinión, no se merece ver ni un solo pájaro, ni un solo animal en su medio ambiente, ni una sola flor; sólo merece una selva de asfalto y edificios que le tapen la luz del sol.