Cuando hablamos de ecología solemos relacionar los productos químicos de limpieza con contaminación y tendemos a pensar que lo mejor es limpiar con un paño mojado en agua y poco más. Reutilizable por supuesto. Pero actualmente hay un modo de limpieza que está pegando fuerte en sectores industriales y que puede suponer la ecología y la eficiencia en este sector. Hablo este tipo de máquinas de limpieza por ultrasonidos.
La limpieza ultrasónica es un tipo de limpieza que utiliza los ultrasonidos y el movimiento natural de las partículas para eliminar la suciedad de los objetos más pequeños y más delicados. Este tipo de limpieza es ideal para limpiar pequeñas piezas tecnológicas, de joyería o relojería, con las que hay que tener especial cuidado.
A veces la ecología también es innovación y no debemos asociar tecnología con contaminación ni descubrimiento científico con polución porque en muchas ocasiones la ciencia es medioambiente y las nuevas tecnologías con más respetuosas con la naturaleza que las actuales que son las que todos conocemos.
Con todo esto no estoy demonizando a todos los ecologistas ni mucho menos, de hecho yo me considero una de ellos, pero es que cuando intenté explicar en un círculo social hace pocos días lo que era la limpieza por ultrasonidos varios de ellos se me echaron al cuello diciendo que con ese tipo de inventos lo único que estamos consiguiendo es contaminar y destrozar más nuestro planeta. ¿Sabéis cómo me sentí? Como todos esos científicos a los que la religión tachó siglos atrás de brujos y herejes. Ni aquello era magia ni todos los nuevos avances tecnológicos contaminan.
En ocasiones me doy cuenta de cómo los que alardeamos tener una mente abierta y aceptar todo tipo de opiniones o de situaciones mentimos sin darnos cuenta porque no somos tan abiertos como pensamos y tenemos los mismos perjuicios que los demás sobre ciertos temas concretos. La única diferencia es que nosotros nos creemos que por respetar a todos como son y no tener fobias extrañas somos mejores o especiales y no es así. La realidad es bien distinta.
Hoy en día decir que no te gustan los homosexuales o que odias a una raza concreta nos hace vernos del siglo pasado y por eso ahora todos decimos que aceptamos cualquier orientación sexual y que tratamos de igual modo a un blanco que aun chino o a un gitano, y puede que eso sea verdad, pero si rasgamos la superficie encontraremos otro tipo de perjuicios que como no parecen tan graves no nos hacen parecer tan malas personas a los ojos del resto de la sociedad como sí lo parecen aquellos que son conocedores de ser homófobos o racistas.
Si de verdad queremos abrir nuestra mente debemos tener claro que no sólo debemos abrirla ante los problemas del siglo pasado que actualmente se tachan como de mentes retrógradas sino también ante los problemas actuales que aún no se han posicionado como temas tabú o temas con perjuicios en nuestra “avanzada” sociedad patriarcal.