Las enfermedades dentales se pueden prever.

La gran mayoría de las enfermedades dentales se pueden prever antes incluso de que aparezcan o se desarrollen. Coger una enfermedad dental en su estado incipiente, cuando aparecen las primeras señales, garantiza una buena salud bucal y a la larga nos sale más económico.

Las enfermedades dentales se suelen desarrollar poco a poco. Son pocas las enfermedades de este tipo que aparecen de un día para otro. La caries, por ejemplo, una de las enfermedades más frecuentes, tarda meses en producir un efecto devastador sobre nuestros dientes. Un dolor suficiente como para hacernos visitar al dentista. Sin embargo, eso no significa que la enfermedad no exista. Si la detectamos al principio nos ahorramos los incómodos dolores y podemos preservar el diente original en mejor estado.

La visita rutinaria a la clínica dental es nuestra mejor herramienta para prever posibles problemas dentales. Eso y seguir una correcta higiene dental diaria. En muchas ocasiones, las enfermedades dentales se desarrollan por desidia nuestra. Por no poner suficiente atención en el estado de nuestra boca y dejar pasar las cosas hasta que se complican.

Hoy en día, la tecnología aplicada a la odontología ha evolucionado tanto como para anticiparnos a gran parte de las dolencias dentales. Una buena parte de las clínicas disponen de medios de diagnóstico por imagen computarizados que ponen en alerta al dentista sobre cualquier anomalía que pueda surgir en la boca del paciente. Estamos hablando de las radiografías, las tomografías, el escáner dental y otros medios más específicos de los que iremos hablando a lo largo del artículo.

Veamos, pues, algunas enfermedades concretas que se pueden detectar antes de que se desarrollen y lo importante que es hacer una detección temprana.

La caries.

Se calcula que en España hay 35 millones de personas que padecen caries. El Consejo General de Dentistas alerta que el 94% de la población adulta de nuestro país padece esta enfermedad. No es un problema exclusivamente nuestro, ni de los países más desarrollados. La caries afecta por  igual a individuos de todas las partes del planeta y de diferentes estratos sociales.

El doctor Milton Caravaca, un reconocido profesional con más de 30 años de experiencia en la odontología general, fundador de la Clínica Mesiodens, una clínica dental de referencia en la ciudad de León, afirma que actualmente existen medios técnicos suficientes para detectar cualquier caries en sus estados más incipientes.

El doctor Caravaca habla del análisis de saliva, del test de riesgo de caries Cambra y de la detección por fluorescencia, que son medios de diagnóstico no invasivos con un alto nivel de fiabilidad.

Mucho se ha hablado y escrito sobre la caries, pero vale la pena recapitular información para hacernos conscientes de cómo esta enfermedad está presente en nuestra boca antes de que sintamos un insoportable dolor de muelas.

La caries no es más que la perforación de los dientes por parte de la placa bacteriana. Una concentración excesiva de bacterias en un punto de la superficie del diente hace que estas empiecen a desgastarlo, abriendo una  cavidad que poco a poco llega hasta el interior de la pieza dental.

Esta concentración de placa bacteriana puede aparecer por la presencia de partículas de comida que queda atrapada entre los dientes o por otro foco de infección próximo al diente afectado.

En un primer momento, la caries es lenta y casi imperceptible. Las bacterias están atacando el esmalte dental, la parte más dura del diente. Cuando logran romper la cobertura, pasan a atacar la dentina, una zona más blanda por donde la caries avanza con más rapidez. Finalmente, llega hasta la pulpa dental, la parte interna por la que discurren las terminaciones nerviosas y los capilares sanguíneos. Es entonces cuando nos duele la muela.

Tratar la caries en sus primeras etapas nos permitirá mantener la dentadura más fuerte que si tenemos que recurrir a rehabilitar un diente por medio de un empaste.

La gingivitis.

El sangrado dental cuando nos cepillamos los dientes es uno de los primeros síntomas de la gingivitis. Si esto nos sucede, es bueno acudir a la clínica dental y comentárselo a nuestro dentista. Él nos dará las pautas necesarias para erradicar esta infección en las encías.

La web norteamericana sobre odontología Delaware Dental Specialist afirma que la gingivitis es una enfermedad reversible. Esta infección suele aparecer por la acumulación de restos de comida en la base emergida del diente. Haciendo que la placa bacteriana se concentre en esta parte y pase a infectar la encía. Intentando abrir un hueco entre esta y la superficie dental.

El tejido gingival es la parte de la encía que rodea el diente. Este es el primer tejido blando que empiezan a atacar las bacterias que tenemos en la boca. Esta infección nos puede producir dolor y sensibilidad en las encías, hacer que las piezas dentales se muevan y provocar mal aliento. Pero el problema principal de la gingivitis es que si no se elimina a tiempo degenera en enfermedades más graves, como la periodontitis.

En la periodontitis, la placa bacteriana ha penetrado en el interior de la encía. Formando bolsas entre la encía y la superficie sumergida del diente. Esta enfermedad en su desarrollo provoca la pérdida de piezas dentales y el paso de las bacterias al torrente sanguíneo, influyendo en otros problemas de salud general como las enfermedades cardiovasculares.

La visita rutinaria al dentista es nuestra mejor herramienta para prevenir la gingivitis y la infección de encías. Por otro lado, aplicarnos una limpieza profesional una vez al año eliminará gran parte de la placa bacteriana, evitando que problemas como estos aparezcan.

El bruxismo.

La página web Tu Canal de Salud afirma que el 70% de la población española sufre bruxismo. La mayor parte de nosotros no lo sabemos.

El bruxismo consiste en rechinar y apretar con fuerza los dientes, provocando daños en las piezas dentales. Una de las variedades más extendidas de esta enfermedad es el bruxismo nocturno. Un rechinar de dientes que hacemos de forma inconsciente mientras dormimos. No nos damos cuenta de este acto y, por tanto, solo lo percibimos por medio de sus consecuencias, por lo general, cuando son bastante graves.

El doctor Pedro Orenes, coordinador de la unidad dental del Hospital Quirón de Murcia, señala que en función de la frecuencia de los ataques, el bruxismo puede ocasionar desgastes extremos en los dientes, dolor en la musculatura mandibular y daños en la articulación temporomandibular.

A día de hoy se desconoce la causa exacta de esta enfermedad. Algunos médicos la asocian al estrés y a los trastornos del sueño. Lo cierto es que sus síntomas pueden llegar a ser molestos y preocupantes: hipersensibilidad dental aguda, dolores que se irradian hacia la zona del cuello, el oído y la cabeza,  insomnio y despertares nocturnos frecuentes.

Unos de los efectos más habituales del bruxismo son la aparición de fisuras en el esmalte dental, astillado de dientes, desplazamiento de piezas dentales, etc.

Un reconocimiento de la dentadura por parte del dentista puede ponerlo en preaviso de un posible caso de bruxismo al detectar desgastes extraños y anomalías no frecuentes en la dentadura.

El bruxismo se trata por medio de la colocación de una férula de descarga diseñada en la clínica dental que el paciente se coloca todas las noches cuando se va a dormir y que protege la dentadura de estos movimientos inconscientes.

Pautas para anticiparnos a los problemas dentales. 

Evidentemente, prevenir las enfermedades dentales requiere atención por nuestra parte. Estas son algunas acciones que podemos hacer para anticiparnos a la aparición de estas enfermedades:

  1. Visita al dentista cada 6 meses. La visita rutinaria a la clínica dental es nuestra principal herramienta para anticiparnos a los problemas dentales. Es importante acudir siempre a la misma clínica. Allí tienen nuestro historial. De esta forma establecemos una relación estable en la que el dentista y nosotros formamos un tándem que vela por preservar la salud de nuestra boca.
  2. Seguir una correcta higiene dental. Buena parte de las enfermedades que sufren nuestros dientes y nuestra boca tienen su origen en una higiene dental insuficiente. En este sentido, no viene mal insistir en lo importante que es cepillarse los dientes como mínimo dos veces al día y usar hilo dental en una de estas limpiezas. El hilo dental limpia los espacios que hay entre los dientes y reduce la acumulación de placa bacteriana.
  3. Reduce el consumo de azúcar. El azúcar representa vitamina para las bacterias de la boca. Hace que su efecto sobre nuestros dientes sea más virulento. Por sus características, el azúcar puede quedar pegado a la superficie de los dientes y a la línea de las encías, favoreciendo la concentración de placa.
  4. Deja de fumar. Sé que este es un tema peliagudo para los fumadores, pero si te preocupa la salud de tu boca, este es un hábito que deberías plantearte dejar. El humo del tabaco crea un ambiente tóxico en la boca que facilita la aparición de enfermedades dentales.

Muchas enfermedades dentales se pueden atajar en sus primeras manifestaciones, basta con poner un poco de atención y visitar al dentista para conseguirlo.