La dependencia emocional y el gaslighting

Hoy vengo hablaros de la dependencia emocional y del uso del gaslighting en la manipulación.

Ahora que está más de moda que nunca el concepto de “persona tóxica”, me gustaría hacer hincapié sobre algo que he vivido en primera persona durante toda mi vida. Todos sabemos, no hay ninguna duda, lo que significa este término. Existen cientos de artículos y de libros por internet y en las librerías donde podrás encontrar muchísima información sobre lo que significa, hoy día, “ser tóxico”.

 

¿Qué entiende la gente hoy día por persona tóxica?

Según la creencia extendida, las personas tóxicas son aquellas que, por su comportamiento, actitud y forma de ser genera un sentimiento negativo o una emoción completamente desagradable en ti. Es decir, son personas que tienen una forma de ser perjudica, ya sea directa o indirectamente, a otras personas. Ya sea por comportamiento, por forma de pensar, de hablar, de comportarse… genera malas sensaciones a las personas que la rodean.

Vamos a hacer una pequeña lista de los tóxicos más comunes en nuestra vida:

 

  1. El pesimista

Obviamente, van a ser aquellas personas que nunca tengan un pensamiento positivo para nosotros ni nuestras situaciones en la vida. Recibiremos críticas y formas de pensar totalmente negativas a lo que nos sucede en la vida: “esto no te va a salir bien”, “sabía que no iba a funcionar”, “no lo intentes, porque va a salirte bien”, y un largo etcétera.

Esto es así porque esa persona solo ve dificultades y problemas, no es capaz de pensar en positivo. Siempre tendrá dudas, inseguridades o miedos.

 

  1. El envidioso

Por supuesto, son aquellos que siempre van a querer lo que tú tengas de forma descarada y extremista. Puede envidiar muchas cosas: tu éxito, tu trabajo, tu forma de pensar, de vestir, tus posesiones, ¡incluso tu personalidad!

Puede que llegue a darse el caso de que, incluso, intente empezar a echar por tierra tu presencia y a tu propia persona ante los demás, que empiece a hablar mal de ti a tus espaldas para buscar aliados contra ti.

 

  1. El narcisista

Es uno de los tóxicos más odiados. Es aquella persona que se siente superior a ti y que te menosprecia en todos los sentidos, porque siente que él es mucho mejor que el resto de las personas a nivel profesional, personal, económico…

Esto hace que te humille cuando puedas llegar a superarlo, que tengas que escuchar constantemente lo bueno que es en tal cosa… porque solo le importa él mismo.

 

  1. La víctima

Estas personas jamás van a hacerse responsables de sus actos. Conocí muy de cerca a una de estas personas, y, aunque me hizo la vida imposible, nunca lo aceptó: siempre tenía yo la culpa. Los victimistas se quedan por todo, te contrarían por todo… y todo lo que pasa es porque no son suficientemente buenos o porque tú lo has hecho mal.

 

  1. El superficial

Como dice su nombre, son personas que no van a ahondar en tu vida porque son superficiales. No les interesa nada ni nadie, porque no les interesa saber tu vida, tus problemas ni nada que sea tuyo. Solo son colegas, pero es posible que sí que quieran que les escuches tú.

 

  1. El autoritario

Esta persona se va a hacer notar: es aquella persona que va a coger el rol de jefe sin que nadie se lo haya pedido. Será brusco, directo y totalmente tiránico. No entiende lo que es el liderazgo, y se vale de incitar el miedo a los demás para que estos hagan lo que quieran y tener el control de las acciones y situaciones.

Además, en determinadas ocasiones tratará de humillarte frente a los demás.

 

  1. El manipulador, que es el que nos ocupa

Este es el más difícil de detectar, lo digo por experiencia propia. Este tipo de personas son carismáticas y parecen ser “buenas” a simple vista. Son listos, y saben qué debe decir y cómo deben actuar para que hagas o pienses lo que quieran. Incluso tratarán de hacerte sentir culpable de hacer o no hacer cosas por ellos. La técnica del gaslitghing es la más conocida.

Este tipo de personas son, para mí, las más peligrosas, y has de tener muchísimo cuidado cuando te encuentres con una.

 

¿Qué es y cuáles son los efectos del gaslighting (manipulación) en nosotros

Por desgracia, puedo decir que he pasado por muchas cosas por culpa de uno.

Primero, tenemos que saber que el gaslighting: es un patrón de abuso emocional donde la víctima, que generalmente desconoce que está sometida a este abuso, es totalmente manipulada para que llegue a dudar de su percepción, juicio o memoria.

 

¿Cómo se da este tipo de manipulación (o gaslighting)?

Te voy a contar algunos de los ejemplos que yo he vivido, por ejemplo, porque yo no sabía lo que era el gaslighting hasta que una amiga que ha pasado por lo mismo que yo me lo explicó.

En cierto momento de mi vida, me he visto seriamente manipulada por una persona muy cercana a mí. Debido a ciertas circunstancias en mi vida, esta persona trataba de mantenerme a su lado siempre, incluso aunque esto significase manipularme y hacerme un daño terriblemente emocional contra el que todavía estoy luchando.

Aunque no lo creas, escuchar a diario cosas como “No, a ver, yo no dije esto, tú te acuerdas mal. Yo lo que dije fue…” te hace dudar de ti mismo, y te hace llegar a pensar cuando esto se repite a lo largo de muchos años, que eres un mentiroso que se inventa las cosas.

Otras cosas que suelen decir son: “Me estás haciendo daño con esto que me estás diciendo” (aunque te estés defendiendo de un abuso suyo), “eres muy exagerado, solo era una broma”, “¿pero cuándo he dicho yo eso?”, “¿no estás haciendo una tormenta en un vaso de agua?”, “si te vas otra vez toda la tarde, me quito de en medio para no molestarte más”.

El gaslighting es, en esencia, manipular a una persona para conseguir que haga, piense o actúe como tú quieras que lo haga, haciéndola dudar de las cosas que el manipulador ha dicho con anterioridad. Va a hacerla dudar, va a hacerle pensar que es un exagerado, que no recuerda bien las cosas o que se las inventa.

Dicho así no parece gran cosa, ¿verdad? Yo las he vivido mucho tiempo, y te aseguro que pueden llegar a trastocarte muchísimo la cabeza.

Este tipo de manipulación es muy sutil pero peligrosa: nos hace creer que hay algo malo en nosotros, a ser inseguros y a depender de la opinión de otros para saber si estamos siendo objetivos o no. También nos puede alejar de nuestros seres queridos por temor a que nos confronten sobre tu relación.

 

Tienes que salir de ahí, ¡no es sano!

El profesional en dependencia emocional, el psicólogo Rafael Sánchez Barrero, nos explica que este tipo de abuso (concretamente, el gaslighting) crea una serie de consecuencias en la personalidad y en la percepción que una persona tiene sobre sí misma, y que puede trastocar todo lo que puede llegar a pensar y sentir, incluso, sobre si es buena o una mala persona.

Hagamos una recopilación de consecuencias del gaslighting:

  • Dudar sobre la capacidad de memoria. Cuando una persona se enfrenta constantemente a la posibilidad, tras la típica frase, “¿pero cuándo he dicho yo eso?”, de que no recuerde buen las cosas, su capacidad de memoria se ve afectada porque realmente piensa que no recuerda bien las cosas. Yo he pasado por esto.
  • No confiar en el raciocinio propio. Al dudar de tu memoria, no vas a poder evitar pensar que su capacidad de razonar no es correcta. Porque, si es cierto que no recuerdo bien y que soy un exagerado, ¿es porque no razono bien lo que ocurre?
  • Pérdida del nivel de autoestima. En consecuencia, nuestra autoestima se ve completamente influenciada y desmejorada. Esto es así porque, al ver menguada nuestra memoria y nuestro raciocinio, empezamos a tener una mala percepción de nosotros mismos, incluso podemos empezar a pensar que somos injustos malas personas con los demás.
  • Delegación de decisiones en otra persona. Cuando esto pasa, al no ser capaces de pensar que nos están manipulando, pensamos que otras personas tienen mejor raciocinio y, por lo tanto, sus decisiones son más válidas que las suyas.
  • Necesitas que te confirmen que te están manipulando. Por ti mismo no eres capaz de verlo. Piensas que exageras o que mientas y, por lo tanto, hasta que otra persona no te hace ver las injusticias o el daño que te están haciendo, no eres capaz de verlo por ti mismo. Tu límite de defensa se rompe, no existe.

 

Trátalo cuanto antes, lucha por recuperar el control

Yo he tenido que someterme a muchas charlas internas hasta poder llegar a darme cuenta de que esta persona me estaba manipulando en todos los factores de mi vida. Tuve que ver en otras personas los comportamientos normales entre dos individuos para poder llegar a darme cuenta de la fuerte manipulación a la que estaba sometida.

Pero, cuando te das cuenta, viene lo peor: esa persona me importa, no quiero hacerle daño (unido a su continua manipulación). Déjame darte un consejo: o cortas por lo sano y dejas las cosas claras… o tu mente no va a poder seguir soportándolo.

Déjame decirte que, como persona que ha sufrido este maltrato psicológico, sé mucho mejor que otros que, en ocasiones… no existe más remedio que cortar relaciones y lazos.

Al menos, hasta que esa persona cambie y decida respetarte como persona.