Mi querido Fiat Punto ya no daba para más y decidí llevarlo a un desguace donde aseguraban que era un centro autorizado para la descontaminación de vehículos (Nº gestor AN-0213). Así me quedaba tranquilo de que mi coche cumplía con las normas y no iba a servir para contaminar aún más nuestro planeta.
Nunca había estado en un desguace, aunque me encanta el mundo del automóvil, no soy de esos que gustan de cacharrear, por lo que, aunque sé que puede uno encontrar de todo, lo cierto es que nunca tuve tanta curiosidad como para pasarme por allí.
La cantidad de piezas de los automóviles más diversos que se pueden encontrar y en las campas podías ver auténticas joyas, un Jaguar, Mercedes, algún que otro Ford Mustang. Vamos el paraíso del amante del motor, aunque en algunos casos le daba a uno penilla algún que otro modelo que no parecía especialmente mal que estaba en el desguace, un operario me dijo que el plan PIVE había hecho mucho daño.
Con el futuro eléctrico que parece rodea a los automóviles y más si Tesla revoluciona el mercado como todo parece indicar, veremos qué pasará con tantos vehículos de motor y ya no solo estos que vemos en los desguaces y en nuestras carreteras, los clásicos ¿qué ocurrirá con ellos?
Al final supongo que terminarán siendo prohibidos salvo licencias que se hagan, puesto que con todo el tema del calentamiento global y demás no tendría mucho sentido que se permitan emisiones cuando se puede evitar.
Cuando esto ocurra me imagino que se abrirá un gran debate sin duda alguna. La modernidad es así y espero que al menos en este tipo de cosas, sí que sirva para algo y lleguemos a tiempo para no perjudicar el medio ambiente más de lo que ya lo hacemos constantemente.
Creo que el futuro de los coches eléctricos es el que se va a imponer, eso sí, siempre que cuenten con baterías realmente decentes y una red de carga rápida en condiciones. Incluso un fanático de lo ecológico como me considero yo, no ha visto viable un coche eléctrico todavía.
Tener un coche que te da autonomía para 150 kilómetros o 300 como máximo no es lo que yo entiendo por autonomía, máxime en un país como el nuestro de grandes distancias. Luego está el tema de repostar, casi no hay sitios y lo que tarda en cargar la batería del coche es muchísimo como para que sea contemplado si quiera como una alternativa al coche tradicional.
El ecologismo en el automóvil una cuestión de futuro
Espero que mi Toyota Híbrido colabore algo en minimizar los daños a nuestro planeta, pero espero aún más que sea el último coche que haya comprado no eléctrico, así que espera que en 15 años como máximo las marcas se pongan en serio las pilas y afronten este gran problema como debe ser, algo que a tenor de las noticias que veo parece que se está poniendo toda la carne en el asador por las marcas. Nuestro planeta no está para esperar mucho.