Una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida ha sido la de cultivar mis propios alimentos. Es duro, no os lo voy a negar. Pero también muy gratificante. Personalmente os recomiendo que os proveáis de herramientas que os faciliten la labor. Yo he recurrido, hace relativamente poco, a estas lámparas de cultivo con led porque estaba teniendo muchos problemas con ciertos vegetales y este tipo de ayuda me ha venido estupenda. Os explico.
Cultivar tus propios alimentos puede llegar a desanimar mucho porque requiere muchísimo trabajo y te hunde exageradamente cuando vas a recoger los frutos de tu trabajo y te encuentras con pimientos diminutos como me ocurrió a mí la última vez, tomates cherry que no saben a nada y calabacines arrugados que provocan risa. Ese fue mi primer cultivo y estaba a punto de tirar la toalla cuando una conocida me habló del cultivo con led y de la empresa online Lámparas de Cultivo donde tenían precios muy asequibles.
Lo que hacen estos paneles led y lámparas es proveer a las plantas del calor que necesitan y del clima adecuado para crecer sanas y fuertes. Les aportan también la luz exacta necesaria lo que es muy positivo cuando estamos hablando del cultivo en casa como el mío porque en mi terraza tengo unas horas muy limitadas al día donde tengo luz solar porque luego los edificios me tapan el sol y todos mis cultivos quedan a la sombra la mayor parte del día.
De lo que hablo es del huerto urbano, algo que se ha puesto de moda desde hace unos años pero que muy pocos mantienen dado el esfuerzo que requieren y el trabajo diario y constante.
Hay cientos de web donde explican cómo crear tu propio huerto urbano pero yo os recomiendo esta web donde lo aclaran todo perfectamente. Yo creé tres cajones de dos metros de largo por un metro de ancho y unos 20 centímetros de profundidad, con bolsas de basura plastifiqué el interior y los llené de tierra con abono y bolitas para la humedad que en mi zona climática vienen realmente bien. En el lateral derecho de todos ellos hice un agujero, no muy grande, pero sí lo suficiente como para que cayera por ahí el agua sobrante tras los riegos.
Tras plantar las semillas que quería cultivar tapé los cajones con plástico de tender la ropa para cuando llueve y me aseguré de que era totalmente transparente para que la luz solar pasara sin problemas y dejé abiertos los laterales con el fin de que traspirara todo correctamente y añadí las lámparas de cultivo Led en la parte superior tras el segundo cultivo.
Yo no sé si mi método es el mejor o el peor pero lo que sí os puedo decir que es que me ha funcionado a las mil maravillas porque desde ese famoso segundo cultivo tengo unas estupendas verduras que sólo comparto con la familia más cercana porque, de lo contrario, todo el mundo las querría.