El miedo a ir al dentista no se limita solo a los niños; muchos adultos lo sufren ¡incluso las personas mayores! De hecho, los adultos y las personas mayores pueden sentir este miedo con una mayor intensidad y con una mayor coherencia que un niño, puesto que los niños tienen miedo por la propia ignorancia al problema (miedo a lo desconocido) mientras que un adulto ya sabe bien a lo que va.
Esto provoca que muchas personas mayores acaben rechazando la idea de visitar al dentista, lo cual puede ser peligroso, ya que cuanto más mayores nos hacemos, mayores problemas podemos encontrar respecto a nuestra salud en cualquier ámbito; una visita a tiempo al dentista puede ayudar a las personas mayores a cuidar su aspecto físico, mejorando su autoestima (sobre todo por la pérdida del diente) y sobre todo, puede ayudarles a enfrentar mejor los problemas derivados de la edad en el ámbito de la salud bucodental.
Sin embargo, a las familias de dichas personas les puede parecer un gran problema el tener que convencer a sus padres o allegados ya mayores para ir al dentista. Entonces ¿Cómo lo hacemos?
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Abordando el problema paso a paso.
Podríamos decir que, como con todas las fobias, existen una serie de pasos que deben seguir los seres queridos de aquel que sufre un miedo o rechazo hacia algo que depende de su salud, y en este caso son los siguientes:
- Debemos entender la situación.
Antes de plantear la conversación sobre la visita al dentista, es esencial comprender las barreras que los adultos mayores pueden enfrentar: entre las más frecuentes se encuentran el miedo al dolor, la preocupación por los gastos o el desconocimiento de los beneficios de un cuidado dental regular. Asimismo, la movilidad reducida o la falta de transporte adecuado también pueden ser obstáculos prácticos que dificulten la visita.
Una vez los entendamos, debemos pasar al siguiente paso.
- Hay que abordar el tema con una actitud empática y respetuosa.
Al hablar con una persona mayor sobre el dentista, es crucial adoptar un enfoque empático y respetuoso. Debes entender que es posible que tengan experiencias pasadas negativas o ansiedades arraigadas, por lo que es importante escuchar sus preocupaciones y responder con comprensión.
En todo momento, debemos transmitir calma y ofrecer información clara sobre los beneficios de la atención dental, ya que esto puede ayudar a aliviar sus temores.
- Les explicaremos los beneficios de la atención dental.
Una estrategia efectiva es destacar los beneficios de mantener una buena salud bucal:
Si somos capaces de emular las palabras de Clínica Sierodental, les haremos entender que el dentista podrá poner soluciones efectivas a sus problemas como los implantes, los cuales les devolverán su sonrisa para toda su vida. Suena bonito ¿verdad? ¡Quizá es lo que más necesitan oír!
No te olvides de explicarles cómo el cuidado dental diario no solo les ayudará a prevenir problemas como las caries y las enfermedades de las encías, sino que también tendrá un impacto positivo en su salud en general.
Por ejemplo, podemos recordarles que mantener dientes sanos facilita la masticación adecuada, lo cual es crucial para una buena nutrición en la vejez.
- Debemos informarles sobre los problemas comunes en la vejez.
Muchos adultos mayores no son conscientes de que ciertos problemas dentales son más comunes con la edad, como la recesión de las encías, la pérdida del diente o la sequedad bucal. Informarles sobre estos problemas y de cómo un dentista puede ayudar a prevenir o tratar estas condiciones puede ser un punto fuerte para tratar el problema.
En cualquier caso, no olvides utilizar un lenguaje claro y evita términos técnicos para facilitar su comprensión.
- Demuéstrale confianza en el profesional dental.
Muchos mayores pueden desconfiar de los profesionales de la salud dental debido a malas experiencias previas o simplemente por falta de familiaridad con el proceso. Es útil hablar positivamente sobre la experiencia y la capacitación de los dentistas modernos, así como sobre las tecnologías avanzadas que hacen que los tratamientos sean menos invasivos y más efectivos.
Otra opción efectiva es llevarlos al dentista que te trata a ti; si ven que tú has ido a un dentista con el cual estás muy satisfecho seguro que se fían mucho más.
- Ofrece tu apoyo en todo momento.
Para acabar, asegúrate de ofrecer apoyo emocional y logístico para facilitar la visita al dentista; ayúdales con la programación de citas, acompáñalos al dentista y si puedes, llévalos tú mismo en tu coche al dentista. Piensa que mostrar iniciativa para resolver cualquier preocupación que tengan, puede hacer que la idea de ir al dentista sea mucho más viable y menos estresante.