La obesidad está cada vez más extendida, y podemos echarle la culpa a la comida basura, a los alimentos procesados y a las empresas que utilizan azúcares para engancharnos a sus productos. Si bien todo esto es cierto, hay que tener en cuenta un factor muy importante a la hora de comer, y es el factor personal.
Las personas que empiezan a comer por encima de lo necesario, aunque no lo sepan, están ocultando una situación dolorosa que tienen que cubrirla comiendo. Depende de que tipo de situación suceda las personas con este tipo de problema acudirán a saciarse con la comida para intentar sentirse mejor, pero al poco tiempo volverán a sentirse igual.
Este círculo vicioso es difícil pararlo, pero hay que acudir a la psicología para poder encontrar la clave del problema para solucionarlo. Acudir a la base del problema es doloroso, ya que te hace enfrentarte de cara a un miedo, pero cuando lo superas aprendes técnicas que te pueden ayudar a sobrepasar situaciones similares.
Estas técnicas psicológicas son complejas, y necesitan de una gran capacidad para cambiar por la persona con problemas, porque de otra manera existe una alta de fracaso alto. En el artículo de hoy vamos a hablar sobre algunas terapias psicológicas para superar los problemas mentales relacionados con la obesidad.
El tratamiento adecuado
Al contrario de lo que piensan muchos individuos, el entrenamiento de personas con sobrepeso y obesidad requiere no solamente la intervención en los aspectos técnicos relacionados con entrenamiento y nutrición, sino que el cumplimiento de los objetivos y, sobre todo, el mantenimiento de los resultados también va a depender de la correcta gestión de las emociones, las costumbres y los hábitos, las creencias o la motivación.
Muchos de los individuos que buscan solución al problema de la obesidad están motivados por un cambio de imagen, dejando de lado los problemas para su propia salud. En muchas ocasiones, éstos piensan que con una alimentación adecuada y una rutina de ejercicio físico para perder peso, el problema estará solucionado, eludiendo otras áreas de su vida que son igual de importantes.
Cuando “perder kilos” se aborda más como un problema de imagen y el tratamiento va dirigido en esta dirección, esta visión sesgada permite evitar la modificación de hábitos de vida y conducta, que son los que al final van a reportar beneficios a largo plazo. Los estudios científicos indican que, en estos casos, sólo entre el 20% y el 30% de los pacientes con obesidad logran mantener los resultados conseguidos a largo plazo. Pero peor aún, durante el primer año, el 30 % de las personas que se han sometido a un plan para reducir la obesidad recuperan el peso perdido, y más del 50% ganan un peso mayor al inicial transcurridos 3-5 años.
El enfoque terapéutico puede aplicarse tanto en grupo como individualmente, aunque cada enfoque se debe llevar a cabo en distintas situaciones. La terapia en grupo será útil para la comunicación de experiencias y para educar al paciente, pues aportar conocimiento sobre la importancia de priorizar la salud por encima de la estética es útil para mantener los resultados a largo plazo. La terapia individualizada es necesaria en los casos en los que el paciente debe recibir tratamiento por temas como la percepción de la imagen corporal, la autoestima, la impulsividad, el estilo de resolución de problemas o los trastornos del estado de ánimo.
Una manera de solventar es este problema puede ser la entrevista motivacional, un estilo de interacción directiva, centrada en el cliente, encaminada a ayudar las personas y a estimularlas para que comparen las ventajas y desventajas de los hábitos nocivos que causan el sobrepeso y la obesidad, para de esta manera provocar cambios positivos.
Un programa psicoeducativo es necesario para el correcto desarrollo de la motivación, tanto a corto plazo como para el mantenimiento de los resultados obtenidos. Es bastante frecuente que las personas con obesidad ya hayan intentado realizar dietas y planes de entrenamiento sin lograr los resultados deseados en el pasado, y suelen tener información excesiva pero inadecuada sobre alimentación o el ejercicio físico.
Este tipo de programas los ofrecen las clínicas que ofrecen tratamientos de la obesidad. Mi recomendación es la Clínica Imos, una clínica compuesta por profesionales que han dedicado su larga trayectoria profesional a tratar pacientes con obesidad y sus comorbilidades, así como los problemas psicológicos y sociales que lleva asociada la enfermedad.