Sólo quienes les gustan los animales y han convivido con ellos entenderán este artículo, el resto puede que intente comprenderlo pero seguro que no está de acuerdo porque en él voy a afirmar que se puede querer tanto a tu amigo peludo como a un amigo humano. Algunos diréis que es una barbaridad pero no lo es y sólo hay que ser un poco inteligente para entenderlo. Yo adoro a todos los animales pero mi perdición son los pastores alemanes. Tete, mi perro, vino a casa desde el criadero canino Carpe Diem, donde crían cachorros de pastores alemanes y los tratan como a uno más de la familia.
Comprar animales de criaderos donde sólo ven el negocio pero no al animal es algo inhumano. Tienen a los padres como si sólo fueran máquinas de engendrar cachorros y los tratan peor a las ratas así que antes que ahí, prefiero ir a cualquier protectora y adoptar un cachorro porque así no estaré dándole dinero a alguien que maltrata a los animales. El problema es que si buscas una raza concreta, como yo, porque te encanta esa raza de perros, es complicado encontrarlos en las protectoras por lo que tienes que ir a parar a un criadero y yo, como soy consciente de lo que hay, me informo y tanteo todo antes de comprar un animal en una empresa de crianza selectiva, pero en Carpe Diem los papás y los cachorros conviven felices hasta el momento de la compra, por eso me gusta esa empresa familiar.
Educación
Ahora bien, cualquiera que quiera tener un perro debe educarlo. Eso de tener a un animal, quererlo, mimarlo, y luego dejarle hacer lo que le dé la gana no va conmigo. Sólo por educación y respeto hacia tus vecinos, debes educar al animal, de lo contrario todo se puede convertir en un suplicio, para ti, para el perro y para tus vecinos: ladridos, arañazos, saltos sobre personas, sustos, etc. Ahora bien, ¿cómo adiestrar a un pastor alemán?
- Debemos empezar cuando el animal es cachorro. Con unos dos meses estaría bien, y siempre hay que ir poco a poco: no vayamos a pretender que de la noche a la mañana el animal haga todo lo que le pedimos. Eso es imposible.
- Asegúrate de que el pastor alemán socialice correctamente con otros perros y personas porque esta raza puede ser muy protectora y no nos conviene que se pase de territorialidad con nosotros, sus dueños. Si conseguimos que socialicen con más gente y otros animales aprenderán a compartir y a dejar entrar en su mundo a otros seres vivos y así nos resultará todo más sencillo.
- Debemos enseñarle a que se deje tocar. Hay que pensar que es un perro de tamaño grande, por lo que si no lo educamos bien, el animal puede portarse mal y hacer cosas que no queremos. Por lo tanto, ya desde el primer día hay que tocarlo, como si lo fuésemos a cepillar, y examinarle las patas, las orejas, los dientes, en fin, todo su cuerpo. Finalmente le daremos un premio por su buen comportamiento.
- La hora de comer. Para evitar problemas futuros es conveniente que le mandemos una orden como “Sienta” o “quieto” antes de ponerle el comedero en el suelo. Si todavía no las ha aprendido, entonces le dejaremos igualmente el plato en el suelo y lo acariciaremos dos o tres veces mientras coma. Debe aprender que la comida es suya y que nadie se la va a quitar (ni siquiera nosotros), y que por lo tanto, no es necesario que se muestre agresivo con ella. También puedes darle de comer directamente de tu mano las primeras veces, pero es preferible que el can pueda comer de su plato, ya que de lo contrario puede ocurrir que se vuelva dependiente de ti y tampoco pretendemos eso.
El pastor alemán es un perro que necesita trabajar, y sobretodo, pasárselo bien. Haz que su adiestramiento sea como un juego para él, reforzando su buen comportamiento con premios y golosinas para perros, y animándole a seguir, así ambos construiréis una inolvidable amistad.