La epilepsia es una afección neurológica en la que una persona padece de convulsiones impredecibles y crónicas, lo cual se debe controlar por medio del uso de fármacos antiepilépticos (FAE). Así, tanto la condición, como lo fármacos que se usan para controlarla, pueden afectar la salud bucal del enfermo y este deberá saber como evitarlo.
¿Qué es la epilepsia?
La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso que ocasiona períodos de actividad cerebral anormal, lo cual puede afectar cualquier proceso controlado por el cerebro, causando convulsiones y cambios de comportamiento o percepción.
La epilepsia puede ser genética, pero también puede ser el resultado de traumatismos en la cabeza y de tumores cerebrales. Por ejemplo, en los adultos mayores de 35 años, la principal causa de la epilepsia son los accidentes cerebrovasculares. Además, las enfermedades como la meningitis, el SIDA y la encefalitis viral también pueden desencadenar este trastorno, al igual que las lesiones prenatales y otros trastornos del desarrollo. Sin embargo, con toda esta información, el Colegio de Odontología de la Universidad de Washington informa que en el 75 % de las personas con este diagnóstico se desconoce la causa exacta de la epilepsia.
Así, esta puede llegar a afectar tanto a hombres como a mujeres de todas las edades y de todos los orígenes étnicos, la epilepsia se presenta en menos del 1 % de la población y ocurre con más frecuencia en los hombres.
Síntomas de la epilepsia
Aunque lo síntomas suelen variar, los siguientes suelen presentarse junto con las convulsiones generalizadas, que ocurren cuando todo el cerebro se ve afectado:
- Confusión temporal, parpadeos o episodio catatónico.
- Colapsos repentinos.
- Rigidez o sacudidas abruptas e incontrolables de brazos y piernas.
- Pérdida del conocimiento.
La epilepsia y la salud bucal
Como dijimos al inicio del artículo, una de las consecuencias de sufrir esta condición es que también se verá afectada la salud bucal. De hecho, ya hay estudios que confirman existe una relación entre la epilepsia y la salud oral, ya que los fármacos recetados para el control de las convulsiones pueden originar un excesivo crecimiento de las encías.
Uno de estos estudios dice que casi la mitad de las personas que padecen epilepsia necesitan una higiene oral excelente para prevenir y limitar el crecimiento de las encías, y que si no se controla este incremento del tejido blando podría recurrirse a la intervención quirúrgica, que recibe el nombre de gingivectomía, para evitar una eventual pérdida de dientes.
Incluso, está demostrado que si el paciente interrumpe el tratamiento farmacológico de la epilepsia, las encías tienden a reducirse, demostrando la enorme influencia de estos medicamentos en la salud bucodental.
Además, el equipo de dentistas de la Clínica Dental La Chicuela nos recuerda el caso de los niños epilépticos. Estos ingieren medicamentos en otros formatos más atractivos para ellos como jarabes y comprimidos masticables, que tienen un alto contenido en azúcares que pueden provocar desajustes bucodentales. Por esto, los padres deberán estar muy atentos para extremar las precauciones higiénicas y de esta forma evitar caries y otras afecciones que se pueden prevenir con una buena higiene oral.
Riesgos de la epilepsia sobre la salud bucal
Ya quedó claro que los fármacos utilizados para tratar la epilepsia causan graves problemas sobre la salud bucal. Por ejemplo, si el tejido enfermo de las encías no es tratado a tiempo puede causar alteraciones en el hueso que da soporte a las piezas dentales, llegando incluso al extremo de tener que extraer alguna de ellas o aplicar otro tipo de tratamientos dentales según el caso de cada paciente.
De hecho, de acuerdo con un artículo publicado en la Revista de la Sociedad India de Periodontología, la fenitoína es un FAE que se usa con frecuencia en niños y que puede ocasionar hiperplasia gingival en el 50 % de los pacientes que lo toman.
En otros casos, como ya habíamos comentado, con interrumpir el tratamiento farmacológico para la epilepsia, las encías tienden reducirse un poco, pero si hay que resaltar que en la mayoría de los casos se requiere la cirugía para corregir esta alteración.
Pero, aparte de la hiperplasia gingival, hay otras dolencias asociadas a la epilepsia que pueden llegar a ser contagiosas si no se toman las medidas necesarias. El agrandamiento del conducto de Stensen, glositis migratoria, limitación de la apertura bucal, reabsorciones óseas y radiculares atípicas, arrugas palatinas prominentes, paladar profundo, desmineralización e hipoplasia del esmalte, o caries, pueden ser algunas de ellas.
Otro aspecto a tener en cuenta es la aparición de crisis en el paciente epiléptico durante el tratamiento odontológico, la cual pueda comprometer dicho tratamiento. En estos casos, el profesional deberá posponerlo, planificar mejor el tratamiento y en caso de someter a cirugía al paciente llevar a cabo pruebas ya que el ácido valproico puede prolongar el tiempo de sangrado, planificar también una analgesia adecuada y consultar con su médico de cabecera sobre el uso de ansiolíticos, además del historial del paciente.
Por otro lado, en el caso de los niños con epilepsia, estos suelen ser muy inestables porque, como ya mencionamos, suelen tomar la medicación en forma de comprimidos masticables o jarabes, y el excesivo contenido de azúcar de este formato de fármacos puede provocar un deterioro más rápido en su salud bucodental.
Por tanto, es muy importante que los padres inculquen a sus hijos desde muy pequeños unos hábitos saludables de higiene dental. También es muy importante que el odontólogo que trate a un niño con epilepsia se encuentre muy familiarizado con su historial médico y con la frecuencia que sufre las convulsiones para aconsejar un tipo de higiene adecuada y comprobar el estado de sus encías cada poco tiempo, además de para tomar las medidas necesarias durante la consulta bucodental.
En cuanto al examen de la cavidad bucal, se deberá tener en cuenta la hipertrofia gingival provocada por los efectos de la medicación, las alteraciones antes descritas como caries, hipoplasia, maloclusión y otras, comprobar la existencia de lesiones por caídas o traumatismo, muy propias de los pacientes con epilepsia.
Asimismo, las convulsiones generalizadas aumentan el riesgo de lesiones en la lengua y en otras zonas de la boca, según investigaciones del Colegio de Odontología de la Universidad de Washington. Además que dichas convulsiones también pueden dañar las articulaciones temporomandibulares o hacer que la persona aspire un diente a los pulmones.
Y, por último, un estudio de la Revista Internacional de Salud Oral afirma que los FAE también pueden causar xerostomía o sequedad bucal. Esto debido a que la saliva enjuaga los restos de comida y las bacterias de los dientes, y la sequedad bucal puede aumentar la susceptibilidad a las caries.
Cómo controlar la salud bucal en pacientes epilépticos
Lo primero, será proteger los dientes de la persona enferma durante los ataques epilépticos. En este sentido, debido a que las dentaduras y las prótesis parciales removibles se pueden romper y aumentar el riesgo de asfixia durante las convulsiones, se recomiendan más las prótesis fijas, o esto al menos de acuerdo con el Colegio de Odontología de la Universidad de Washington.
Por otra parte, para prevenir los daños a los dientes por la noche, los dentistas suelen recomendar el uso de un protector bucal nocturno. Finalmente, los pacientes que presenten hiperplasia gingival grave podrían más bien requerir de un tratamiento quirúrgico para quitar el exceso de tejido.
Cualquiera que sea el caso, los dentistas evaluarán cuidadosamente a los pacientes con epilepsia en busca de señales de hiperplasia gingival y de sequedad bucal, para después recomendarles las medidas de higiene bucal adecuadas para prevenir las caries y la enfermedad de las encías. Estas son:
- Usar hilo dental todos los días.
- Cepillarse los dientes con frecuencia a lo largo del día y antes de irse a dormir con una crema dental con flúor.
- Consumir una dieta saludable con los nutrientes adecuados.
- Comer dulces de menta o pastillas con xilitol para estimular la producción de saliva y prevenir las caries.
- Visitar al dentista cada seis meses
- En caso de someterse a un tratamiento dental, intentar, en lo más posible, de evitar los desencadenantes de convulsiones antes y durante el procedimiento dental. Por ejemplo, utilizando gafas o cascos para reducir los desencadenantes.
- En el caso de los niños, estos deben tomar sus medicamentos anticonvulsivos como los tomarían normalmente el día del tratamiento dental.
- Los padres deben comenzar el cepillado cuando al bebé le salga el primer diente, y deben ayudar al niño a cepillarse hasta los 8 años de edad, implantando buenos hábitos de salud dental que el niño pueda reproducir ya estando más grandes.
- Los niños deben usar la pasta de dientes con flúor adecuada para cada etapa. Por ejemplo, para niños menores de 3 años, se unta una pequeña cantidad en el cepillo, y para los niños mayores de 4 años, hay que usar una cantidad del tamaño de un guisante.
Recuerda, tu equipo médico conformado por tu dentista y tu médico de cabecera estará siempre ahí para acompañarte junto a algún ser querido en el manejo de la epilepsia, resolviendo cualquier duda que puedas tener sobre tu condición y los tratamientos que debes llevar a cabo, de forma que puedas mantener una sonrisa brillante, junto con dientes y encías saludables.