Hoy en día, hay una expresión que marca prácticamente toda la agenda de los gobiernos y que es fundamental para hacer posible que tengan posibilidades de volver a resultar elegidos en las urnas. Hablamos de la calidad de vida, una expresión que va unida a la de Estado del Bienestar y que, en conjunto, componen una de las máximas preocupaciones de los ciudadanos y ciudadanas, que siempre van a otorgar su confianza a aquellos partidos políticos que, desde luego, propongan más medidas para intentar mantenerlo y que no se vea recortado.
Esa calidad de vida lleva una serie de cosas implícitas que hay que tener en cuenta a toda costa. Entre otros asuntos, hay que hacer referencia a la calidad de la vivienda de la que disponemos, el entorno en el que se encuentra, los metros de los que dispone… Y luego, como es lógico, hay que tener en consideración el salario que percibamos y las condiciones laborales a las que estemos sometidos. La salud, desde luego, también ocupa un lugar destacado en esta lista. De todo ello, empieza a desprenderse si vivimos en una zona que disponga de una determinada calidad de vida… o no.
Una noticia publicada en la web de El Periódico hizo una lista que clasificaba las que entendía como las ciudades de España con mayor calidad de vida, entre las cuales se situaban Vigo, Zaragoza, Bilbao, Valladolid, Córdoba, Málaga, Valencia, Gijón, Alicante, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria, Murcia, Palma de Mallorca, Barcelona y Madrid, por ese orden. Desde luego, y como podéis ver, hay bastantes zonas en las que podemos vivir bien en el interior de nuestras fronteras. Y es que España es un país que puede ofrecer muchas cosas en este sentido. Más de las que podáis llegar a imaginar.
Una de las cuestiones que juega a favor de la calidad de vida es la salud dental, que puede marcar la diferencia entre un día a día bastante más cómodo y sin dolores y otra rutina en la que las molestias sean prácticamente constantes y nos afecten incluso a otras zonas de nuestro cuerpo. La verdad es que el cuidado de nuestra salud dental es algo que hemos dejado de lado muchas veces y que eso no juega en beneficio de todos y cada uno de nosotros y nosotras. Desde luego, hay que tener este cuidado siempre en consideración si no queremos pasarlo realmente mal.
Sí que es de justicia reconocer que, poco a poco, parece que vamos a mejor en lo que tiene que ver con este asunto. Así lo hace ver una noticia que vio la luz en el portal web del diario 20 Minutos y que aseguraba que solo un 6% de la población de nuestro país no se cepilla los dientes. ¿Que podía ser mejor? Es evidente que sí. ¿Que ha mejorado la cifra con respecto a algunos años pasados? También. Lo cierto es que la progresión es real, pero debemos seguir haciéndola posible.
Lo comentan desde todos los ámbitos de la salud y cada día se hace más evidente. El cuidado de nuestros dientes es una pieza angular en nuestra vida y permite que gocemos de la salud necesaria para disfrutar de nuestro día a día sin problemas. Y eso es lo que está llevando, según nos cuentan desde Dentiun, a que una mayor cantidad de personas esté mostrando interés por mantener a sus dientes a salvo de toda suciedad y falta de higiene. Hemos cambiado el chip a este respecto y la verdad es que nos alegramos mucho de poderlo contar.
Mantenerse es más difícil que mejorar
Hacer que estos datos se mantengan es casi más complicado que hacer que mejoren, sobre todo teniendo en cuenta que la mejoría no era muy difícil conseguirla dados los malos resultados que experimentaba nuestro país en lo que a la salud dental se refiere en los últimos años. Ahora viene lo más difícil, pero también lo más bonito: acentuar y solidificar la mejora y dar carpetazo a todos los problemas de salud e higiene que hemos tenido tradicionalmente en el interior de nuestras fronteras, que no han sido precisamente pocos, como seguramente ya sepáis.
Hay que seguir trabajando en lo que respecta a este asunto y no dejar nunca que los malos datos nos vuelvan a condicionar. Ya ha habido suficientes personas en España que lo han pasado mal a causa de su pobre estado de salud dental y la verdad es que no es plato de buen gusto que así siga siendo. Por eso, conviene que nunca bajemos la guardia. Siempre será mejor estar prevenidos y tener en cuenta que, si no se trabaja en la mejora, lo que se consigue no es un estancamiento, sino un empeoramiento de la situación.