Este mes el Gobierno de España ha hecho públicos los datos de desempleo, y son esperanzadores. Los datos de desempleo de este mes son los mejores desde que se empezaron a contabilizar en 2001. Estos datos han hecho que los medios de comunicación vuelvan a hablar de la cada vez más cercana recuperación económica.
Y es que hemos pasado más de cinco años sumidos en una situación de la que parecía que nunca íbamos a salir. Me refiero a la crisis, que vino a finales de 2008 y no se ha ido todavía. Mucho hemos aprendido con la crisis, y es que hemos sido bombardeados por la prensa, tanto digital como escrita, con noticias sobre macro y microeconomía.
Durante una época tuvimos una prima lejana de la que nunca habíamos oído hablar de ella, pero sin embargo salía en todas las noticias. La prima de riesgo, ese índice que calcula los intereses que paga el estado por vender deuda, y que subiese o bajase siempre estaba en boca de todos. También hemos sufrido el duro puño cerrado de los alemanes en lo que respecta a ahorro, justo como cuando nuestras madres nos controlaban el dinero que teníamos cuando éramos pequeños.
Peor dejando atrás el pasado, de estos años de crisis se ha aprendido una nueva forma de vivir. Y es que la idea de ser contratados por una gran empresa, ganando estabilidad y un sueldo fijo, hasta que nos jubilamos, es cosa del pasado. Ahora se impone un mercado en el que priman los retos laborales que escogemos, e ir cambiando de trabajo en trabajo se hace cada vez más común ver a personas con formación universitaria que terminan de trabajar y inician proyectos diferentes.
Sin duda es fundamental en el mercado laboral de hoy en día, y ahora se hace imprescindible tener un plan B, C, D, E… Y la adaptación supone iniciar nuevos proyectos que no te habrías planteado. Como por ejemplo hacer cursos de Formación Profesional. Que no te lloren los ojos, los módulos de Formación Profesional de grado superior son muy demandados hoy en día, y existen profesiones con baja demanda que pueden llevarte a tener trabajo mucho antes de lo que esperas.
Cuando reinventarse es la solución a la falta de empleo
Sólo las titulaciones de ciclo superior concentraron en 2015 el 72% de las ofertas de trabajo que requieren formación profesional. Y res de cada diez ofertas laborales exigen a los candidatos un ciclo de Formación Profesional. La oportunidad está ahí, y hay que saber reconocerla y cogerla con el fin de tener éxito.
Sobretodo esta opción surge también como una oportunidad para hacer lo que siempre te ha gustado. Porque se da el caso de muchas personas que entran a la universidad y hacen una carrera, y a la hora de trabajar se dan cuenta de que lo que están haciendo no les gusta, y esa situación puede ser desesperante, frustrante y entristecedora. De hecho, existen personas que se deprimen ante situaciones así, porque sienten que han tirado años de su vida a la basura.
Pero ni mucho menos hay que pensar así, porque no se sabe nunca por donde te va a llevar la vida, ni tampoco los caminos por los que tendrás que caminar. Y siempre es mejor aceptar las cosas como vienen, que poner resistencias para avanzar atendiendo a factores emocionales. También hay que dejar de prestar atención a lo que dicen los demás de ti, porque solo tu entiendes que hay en tu cabeza.
Esto puedo decirlo de primera mano, porque Luis, uno de mis mejores amigos, perdió el trabajo hará dos años t medio, y tras pasar un mes muy muy malo, decidió volver a estudiar algo que le hacía mucha ilusión. Estudió el grado superior de fabricaciones mecánicas, y desde el principio estaba feliz por estudiar algo que le gustaba. Su carácter cambió, y al acabar el ciclo le contrataron de una empresa para trabajar, con un contrato indefinido. Ahora pasa los ratos libres destripando todo tipo de máquinas, como las que vende Maor Ferretería.
Por tanto, evolucionar supone adaptarse, y hoy en día estudiar algo nuevo puede volver a abrirte oportunidades que nunca habrías imaginado.