Cómo ordenar nuestro armario para que nos dé paz

Pocas somos las personas que tenemos la suerte de contar con un armario hecho a medida o un vestidor en casa, ya que muchas veces priorizamos en otro tipo de gastos a la hora de amueblar nuestro hogar, pero nadie se escapa de necesitarlo. Y es que cada vez, por mucho que digamos esa mítica frase de que no tenemos nada que ponernos, en nuestros armarios hay más y más ropa. Casi necesitaríamos de la ayuda de Stock Alpha, la empresa de logística integral, para poder llevar cuenta de todo lo que hay dentro.

Esto se debe a diferentes razones. Principalmente es que los tiempos han cambiado y ya no vivimos como hace unas décadas, donde tanto hijos como padres tenían apenas un par de pantalones y alguna muda más o ropa de diario para las mujeres y algún vestido más arreglado para los días de fiesta. Además, el precio de la ropa se ha popularizado mucho con las marcas y tiendas low cost, así como con las muchas ofertas que hacen los establecimientos para dar salida a las prendas de moda o que rematan temporada, así como por la competencia que se establece entre ellas. Ahora por apenas un par de euros podemos comprar una camiseta que ya nos ayuda a variar el look de cada día.

Todo esto hace que nuestro armario esté a rebosar, más lleno que nunca, y que al final no sepamos muy bien qué es lo que tenemos o qué podemos ponernos. Es posible que simplemente nos dediquemos a amontonar unas prendas sobre otras y después de plancharlas dejemos este montón por encima de las demás, volviendo a ser esas piezas las primeras que tenemos a la vista cuando nos queramos cambiar. Esto hará que siempre acabemos poniéndonos lo mismo y que la ropa que está debajo se quede sin usar o incluso llegue a pasarse de moda o a dejar de servirnos sin haberla estrenado si cambiamos de talla.

Por ello os daremos algunos truquitos con los que conseguir que vuestro armario esté ordenado y también que es dé una verdadera paz, muy necesaria también, ya que si abrimos las puertas y nos encontramos todo pata arriba o descolocado tendremos la sensación de inquietud o desorden que a nadie le gusta, como cuando entramos en una casa sucia o patas arriba, que es algo con lo que nunca estamos cómodos.

Algunos consejos

Lo principal en un armario es dividir la ropa por temporadas. Está claro que no vamos a usar jerséis de cuello vuelto en verano, así que tendremos que comenzar por este tipo de separación. Ojo, no es más que una separación, ya que después, en función de la época del año que sea, debemos mover esta disposición para tener más a la vista aquello que vayamos a usar. Por ejemplo, podemos dividir los vestidos entre los de invierno y los de verano por el tejido, separar las camitas de las blusas y estas a su vez entre las de manga larga y las de manga corta, poner por otro lado la ropa de punto o los jerséis más gordos, así como juntar las rebequitas. Estas últimas podríamos ponerlas muy a la vista, ya que las podemos usar en invierno sobre una blusa que abrigue o en verano necesitarlas para salir a dar un paseo por la noche, cuando más refresca.

A su vez, es conveniente dividir también la ropa por su uso. Es decir, en todos los armarios tenemos ropa para hacer deporte, ropa para salir por la noche, para los fines de semana o incluso específica para trabajar, a donde por ejemplo no iríamos con un determinado pantalón corto. Esta es una división que podemos hacer también con los bolsos. Por ejemplo, para ir a trabajar solemos llevarlos más grandes para poder meter todo, mientras que para salir dejamos los pequeños, los de mano. También hay otros modelos más específicos para las bodas. Cosas que apenas sacamos del armario pero con las que debemos contar. Ese tipo de elementos serán los que menos estén a la vista, ya que no tiraremos mucho de ellos.

Asimismo, un último truco para conseguir esa sensación de bienestar cuando abramos el armario: una vez hayáis logrado el orden no lo estropeéis y mantenedlo todo planchado y en su sitio correcto. Es más sencillo colocar bien una muda cuando volvemos de trabajar que reorganizarlo todo de nuevo.