Los retiros espirituales son un “reset” para nuestra mente y nuestro espíritu. Hacen que desconectemos de las preocupaciones que acaparan nuestro día a día y nos permiten conectar con nuestro lado más espiritual. Combatiendo de este modo trastornos como el estrés y la ansiedad.
Las presiones a las que nos somete la vida moderna nos conduce a un callejón oscuro en el que poco a poco hace que nos apartemos de nuestra esencia y que nos bloqueemos ante las cosas maravillosas que nos ofrece la vida. Un retiro espiritual puede representar una ventana de luz ante este escenario sombrío.
Pablo, que participó en un retiro del silencio organizado por el guía tántrico Sawami Prem Bhavo, que lleva años organizando retiros de meditación y escucha interna en la Masía El Molino, en Olba (Teruel), cuenta que aquella experiencia le ayudó a ir eliminando bloqueos que había forjado sin darse cuenta a lo largo de los años.
Silvia, que ha acudido a varios eventos de este tipo, nos cuenta que los retiros han ampliado su consciencia y le han ayudado a comprender que todo lo que sucede en su vida no depende exclusivamente de ella. También le han enseñado a disfrutar del ahora, del presente, a no quedarse atrapada en el pasado.
En este sentido, los retiros espirituales son una experiencia que nos puede hacer mucho bien.
¿Qué son los retiros espirituales?
La revista Cuerpo – Mente afirma que los retiros espirituales no están relacionados con la religión. Son eventos concentrados, realizados en un espacio diferente a nuestro lugar de residencia, generalmente en un espacio natural, que buscan que nos alejemos del ajetreo diario para ganar una nueva perspectiva que podremos aplicar a nuestra vida habitual.
En estos retiros se suelen realizar actividades como talleres, charlas, sesiones de meditación y se practica una vida comunitaria basada en el respeto y la colaboración entre los asistentes.
Son espacios de desconexión. También digital. Se suelen organizar en lugares alejados de las ciudades, en contacto con la naturaleza, donde no se permite utilizar ni el móvil ni el ordenador.
Nos aportan un tiempo valioso para reflexionar sobre nuestra vida y plantearnos como encauzarla para ser más felices.
Invitan a la contemplación. A observar el espacio natural e integrarte, en cierto modo, en la naturaleza. Suelen estar diseñados para descansar, relajarte y regresar a tu vida diaria con las pilas cargadas.
Al mismo tiempo, aportan herramientas para afrontar la vida desde otra perspectiva. A darle importancia a las cosas que realmente te llenan y te enriquecen como persona. Es habitual que en estos encuentros se practique la meditación, como una herramienta para conectar con tu dimensión más profunda.
Aunque no es su aspecto principal, estos retiros también tienen un lado de socialización, que nos puede resultar enriquecedor. Conoceremos otras personas que comparten con nosotros inquietudes y enfoques vitales, y compartiremos con ellos una convivencia que no solemos realizar habitualmente.
Los retiros espirituales suelen practicar un entrenamiento basado en tres pasos. El primero de ellos es calmar la mente. Por eso es importante alejarnos de nuestras preocupaciones y no realizar ninguna actividad que pueda excitar nuestro cerebro. Desde consumir sustancias adictivas hasta utilizar dispositivos electrónicos.
El segundo paso es el control de la mente. Acompasarla con el ritmo de la respiración, siendo consciente del momento presente y de las sensaciones que nos transmite el entorno. Desde el ulular del viento hasta la suave caída de una hoja sobre la tierra.
Por último, a través de la meditación, aprenderemos a proyectar nuestro amor benevolente hacia todos los seres. Sacando partido a todo lo bueno de nuestra dimensión humana y desterrando rencores y vibraciones negativas.
Estos retiros pueden durar desde un fin de semana hasta tres meses. Todo depende de los organizadores y de nuestra conciencia y compromiso con nuestro lado más espiritual.
Tipos de retiros.
Aunque hay diferentes retiros en los que se plantean distintos enfoques y se realizan diferentes actividades, la revista Psicología y Mente señala que existen 5 grandes grupos de retiros espirituales. Estos son:
- Retiros de meditación. Son retiros reflexivos, donde la práctica de la meditación ocupa un papel importante. En ellos se suelen realizar actividades como caminatas, paseos conscientes, periodos de reflexión y, por supuesto, sesiones guiadas de meditación.
- Retiros de Yoga. Suelen partir de la concepción del yoga en su sentido más amplio, no solo como un entrenamiento físico. El yoga busca la conexión del cuerpo y la mente y la del individuo con el cosmos. Suelen combinar clases diarias de yoga, charlas de filosofía oriental y una alimentación sana y natural.
- Retiros de ayuno. En estos retiros se busca la purificación física y mental por medio del ayuno controlado. En periodos acordados de tiempo, los asistentes se abstienen de consumir ningún alimento o bebida al tiempo que pueden realizar actividades de meditación. Con estos retiros se logra desintoxicar el cuerpo y renovar la energía.
- Retiros de renovación energética. Se centran en renovar la energía vital a través de disciplinas como el reiki, la cristaloterapia o la meditación energética. En estos retiros se busca restablecer el equilibrio de nuestros niveles físicos, mentales y emocionales, alcanzando un gran alivio del estrés y una promoción de la salud holística en general.
- Retiros de conexión de la naturaleza. El aspecto principal de estos retiros es potenciar la conexión del hombre con la naturaleza, entendiendo esta, como una poderosa fuente de energía sanadora y revitalizante. En este sentido se suelen programar actividades al aire libre como caminatas por el entorno natural o sesiones de meditación en plena naturaleza.
Aunque nos puedan parecer similares, cada tipo de retiro pone hincapié en unos aspectos más que en otros.
Beneficios de los retiros espirituales.
Estos retiros, por tanto, nos ofrecen interesantes beneficios tanto a nivel físico como mental y espiritual. Estos son algunos de ellos:
- Relajación profunda: Los retiros espirituales ofrecen un ambiente tranquilo y sereno que permite desconectar del estrés diario. Esta relajación profunda puede reducir la presión arterial, disminuir el ritmo cardíaco y mejorar la calidad del sueño.
- Renovación mental: Al alejarnos de la rutina, los participantes tienen la oportunidad de renovar su mente. Esto puede llevar a una mayor claridad mental, una mejor toma de decisiones y un mejor enfoque en cuanto a los objetivos personales y profesionales.
- Conexión con la naturaleza: Muchos retiros espirituales se llevan a cabo en entornos naturales, como bosques, montañas o junto al mar. Estar en contacto con la naturaleza tiene múltiples beneficios, como reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y promover la sensación de bienestar.
- Crecimiento espiritual: Los retiros espirituales ofrecen la oportunidad de explorar la espiritualidad y profundizar en la práctica de la meditación, el yoga y otras disciplinas. Esto nos puede llevar a un mayor autoconocimiento, alcanzar la paz interior y mayor conexión con nuestro ser.
- Bienestar emocional: Durante los retiros, se suelen llevar a cabo actividades que fomentan una expresión emocional saludable. Esto puede ayudar a los participantes a liberar emociones reprimidas, sanar heridas emocionales y mejorar su bienestar emocional.
- Crecimiento personal: Los retiros espirituales a menudo incluyen talleres, charlas y actividades que promueven el aprendizaje y el crecimiento personal. Esto nos puede llevar a una mayor autoaceptación, una mejora de la autoestima y una alcanzar una perspectiva más positiva sobre nuestra vida.
- Alimentación saludable: En muchos retiros se ofrecen comidas saludables que ayudan a los participantes a adoptar hábitos alimenticios más sanos. Una dieta equilibrada y nutritiva puede tener un impacto positivo en la salud física y mental.
- Comunidad y apoyo: Los retiros espirituales brindan la oportunidad de conectar con personas que comparten intereses y valores similares. Esto fragua una comunidad de apoyo, que aunque solo se quedara en el evento, ya puede es positiva para el bienestar emocional y la sensación de pertenencia del individuo.
Recurso complementario.
Ahora, si bien es cierto que estos retiros te ayudan a relajarte y son beneficiosos para la estabilidad física y mental, si tienes problemas serios de ansiedad o de estrés es mejor que busques ayuda profesional. Me refiero a un psiquiatra o un psicólogo. Actividades de este tipo son una ayuda, no un remedio.
En ocasiones, cuando estamos muy cargados, buscamos soluciones alternativas en lugar de recurrir a un profesional. Pensamos que son un atajo, cuando en realidad son un retraso. Ya que postergamos afrontar la contradicción principal.
Otro de los problemas de los retiros espirituales es que están acotados temporalmente. Duran un fin de semana o quince días. Es cierto que en ese tiempo te han hecho reflexionar sobre tu vida y quizá hayas adoptado otro punto de vista. Pero después te integras a la vida cotidiana. Como se suele decir, la cabra tira al monte. Por mucho que hayas avanzado en tu consciencia, tu práctica social es otra y es difícil nadar a contracorriente de hábitos que has adquirido durante años.
Por tanto, si de ansiedad y de estrés estamos hablando, los retiros espirituales son una herramienta valiosa, pero complementaria. No pueden sustituir, en ningún caso, un tratamiento o una terapia.