Aunque mucha gente no lo sabe, la salud bucodental está muy ligada al estado emocional y mental de las personas, tanto como que un paciente con trastornos mentales necesita tener cuidados especiales para con su boca, como que, una salud dental deficiente, puede afectar de forma negativa la vida socioeconómica de un individuo.
Los trastornos mentales son habituales en nuestra sociedad, sobre todo los relacionados con la depresión y la ansiedad. De hecho, estos afectan aproximadamente a un 17,6% de las personas y hasta se consideran la segunda causa de morbilidad en 2020. Tanto así que entre la población general, una de cada cuatro personas sufrirá algún episodio de trastorno mental en su vida.
Asimismo, sucede que muchas personas no cuentan con diagnósticos o no se adhieren completamente a sus tratamientos; y justamente eso les lleva a situaciones en las que no son capaces de conseguir una remisión total o incluso, a un empeoramiento de sus patologías.
Entonces, este grupo vulnerable, donde muchas veces el estigma y la discriminación dificultan el acceso a la salud, está sometido a un mayor número de factores de riesgo de enfermedades bucodentales. Por ejemplo, debido a los efectos secundarios de las medicaciones que consumen, la falta de autocuidado, la dificultad para acceder a atención, la actitud hacia los profesionales sanitarios y también la falta de cooperación en los tratamientos dentales.
Por eso, es importante conocer la relación que tienen estas psicopatologías con la salud de nuestra boca para poder tratar correctamente cualquier problema relacionado.
Acompáñanos a ver los diferentes trastornos mentales y su relación con la salud bucal, de la mano de el equipo de especialistas en odontología de Mavident.
Depresión y salud dental
Todos conocemos más o menos la depresión. Se trata de un trastorno afectivo común que, entre otras cosas, debilita a la persona y la sume en un estado de pensamientos y emociones negativas, como la tristeza y la desesperanza, unido a una notable pérdida de energía, de la libido y otros síntomas que impiden a la persona vivir con normalidad.
Ya que la depresión se asocia a una pérdida de interés común, también se pierde el interés en la salud y en el cuidado de la boca. Por lo tanto, el paciente deja de atender los cuidados necesarios de la boca, y ahí es cuando comienzan a aparecer la caries, las enfermedades periodontales y la pérdida de dientes, lo que a su vez va afectando negativamente a la autoestima, complicando más, si cabe, tanto el tratamiento psicológico y el odontológico.
Otros problemas que han demostrado estar relacionados con la depresión son la gingivitis, la periodontitis, la candidiasis oral, la xerostomía , ciertas lesiones orales y problemas de ATM; ya que están relacionados con el uso y la ingesta de medicamentos antidepresivos.
En esta patología la medicación antidepresiva reduce la actividad de las glándulas salivales y, por tanto, si tu dentista conoce de antemano el tratamiento farmacológico puede recetarte enjuagues bucales, aplicaciones tópicas y otros productos para revertir los problemas de sequedad bucal y posibles candidiasis, además de animarte a asistir de forma regular a tus consultas dentales donde podrá constatar el cuidado de tu boca.
Ansiedad
Este se trata de una de las enfermedades más habituales de nuestra sociedad; y se da cuando el estrés, vidas exigentes, continuos estímulos, etc., no nos ayudan a tener la paz necesaria para afrontar nuestra vida cotidiana.
Así, la hipervigilancia, la excitación del sistema nervioso autónomo simpático y su consiguiente hiperactividad en neurotransmisores “excitantes” como la adrenalina o la noradrenalina, provocan un estado general afecta negativamente la salud bucodental del individuo.
Por otro lado, es bastante común que la ansiedad venga acompañada de cuadros de depresión, y se experimente la dejadez que hace que las caries y demás problemas bucodentales atribuidos a la pérdida de interés por la salud oral aparezcan.
También sucede que la ansiedad, en la mayoría de los casos conlleva al tabaquismo, lo cual se sabe trae consecuencias graves para la salud de nuestra boca; al igual que el bruxismo, propio de estados de nerviosismo general capaces de convertir tu dentadura en piezas de frágil cristal.
Igualmente, los estados de ansiedad graves nos alejan de acudir a la consulta de nuestro dentista de confianza. Por eso, si la ansiedad te está impidiendo de tener una salud bucodental correcta, debes saber que hay modelos de atención capaces de contrarrestar dichos problemas, como clínicas especializadas en ansiedad y fobia dental, que te ayudarán a enfrentar tu condición.
Esquizofrenia
La esquizofrenia es uno de los trastornos mentales más incapacitantes, crónicos y severos. Sus principales síntomas son los delirios, las alucinaciones, pensamientos y conductas motoras desorganizados, aplanamiento afectivo y anhedonia, la cual se trata de la incapacidad de experimentar satisfacción y placer.
La manera en la que esta situación afecta la salud dental tiene que ver tanto con la sequedad de la boca, asociada a los antipsicóticos, como a la sintomatología de la psicopatología. De hecho, más de la mitad de personas con esquizofrenia presentan problemas de ausencias dentales, caries graves y mala higiene bucal.
Cabe destacar, por un lado, que la sintomatología extrapiramidal de la esquizofrenia relacionada con el uso de antipiscóticos típicos (temblores) está relacionada con un mal cepillado de los dientes y que, por otro lado, la sintomatología negativa (anhedonia, aplanamiento afectivo, etc.) está relacionada a una pobre higiene dental asociada al desinterés por la misma.
Trastorno bipolar
El trastorno bipolar se caracteriza por un cuadro combinado de episodios de depresión con episodios maníacos. Es decir, la persona tiene un humor patológicamente cambiante y extremo, alternando la excitación, la verborrea, la hiperactividad y la desinhibición propias de la fase maníaca, con la sintomatología inversa en los estados depresivos.
Por lo tanto, este trastorno suele conllevar a la aparición de caries, xerostomía, bruxismo y otros problemas bucodentales, algunos de los cuales se deben a los medicamentos utilizados para el tratamiento farmacológico del trastorno.
Demencia y las enfermedades periodontales
La demencia suele caracterizarse por problemas de funcionamiento cognitivo, desorientación, pérdida progresiva de memoria, entre otros síntomas. Además que existen diferentes tipos de demencia que van desde el Alzheimer, hasta la demencia vascular, la demencia con cuerpos de Levy o la demencia frontotemporal.
En todos estos casos está demostrado que la salud bucodental de las personas es inferior a la de personas que no las padecen. Nuevamente las caries, enfermedades periodontales y problemas con la salivación son algunos de los riesgos que se deben enfrentar con más controles odontológicos, siempre combinados con la utilización de colutorios y estimulantes de la salivación, fluoruros tópicos y demás productos que corrijan la problemática relacionada.
Otro problema es que debido al estado cognitivo de los pacientes con este trastorno, suelen presentar una incapacidad para identificar o discernir las propias patologías orales, por lo que sus cuidadores deberán estar atentos a posibles señales, como la negativa a comer, inquietud, dolor, etc.; de forma que le puedan brindar las herramientas necesarias para no abandonar la salud bucal.
Los problemas bucodentales y el desarrollo social
La salud bucodental afecta la salud mental de las personas en casos en los que, por ejemplo, la falta de piezas dentarias impide comer o hablar correctamente, afecta la autoestima y reduce las posibilidades laborales y afectivas. Incluso, el impacto de este tipo de situaciones puede llegar a afectar en el área económica del paciente, ya que los individuos con enfermedad o dolor bucal pierden horas o días de trabajo por la incapacidad que esta produce, además de dinero en los tratamientos odontológicos.
En este sentido, las personas relacionan una buena salud oral con un privilegio alcanzable sólo por un porcentaje mínimo de la población. De hecho, se estima que sólo un 30% de la población recibe atención dental oportuna; y los demás la postergan por razones económicas, temor, falta de acceso o desconocimiento, entre otras.
Sin embargo, la importancia del mantenimiento de la salud bucal es tal que algunos estudios han demostrado que un tratamiento dental puede ser más costo-efectivo en elevar las oportunidades de empleo de las personas que la capacitación laboral.
Si el factor económico es una limitante para asistir a consulta con el dentista, entra en juego el rol del paciente. Este debe cuidar sus hábitos de higiene y alimentación, hacer controles periódicos que permitan educar, al igual que un diagnóstico oportuno para evitar complicaciones mayores, idealmente desde edades tempranas.
La salud bucodental no solo depende de la boca
Finalmente, hay que hacer énfasis en que nuestra salud oral está relacionada, mucho más de lo que pensamos, con otros factores aparentemente externos a nuestra boca. El cómo vivimos, cómo comemos, cómo nos relacionamos con nuestro entorno o cómo experimentamos nuestro día a día es tan importante para nuestra salud bucodental como la higiene dental diaria que tengamos. Por ejemplo, de nada sirve hacer una rehabilitación integral a una persona si luego no atendemos a un bruxismo patológico que destrozará su nueva sonrisa en pocos meses.
Así, hay que prestar mayor atención a aquellos pacientes con más vulnerabilidad de contraer patologías bucodentales debido a trastornos mentales, cuidándolas desde un enfoque integral y pluridisciplinar. Su salud bucodental depende de ello.