Muchos de nosotros hemos sentido alguna vez la necesidad de comprar lotería y es que parece que está dentro de nuestro ser participar en todos aquellos sorteos que se convoquen desde las diferentes organizaciones, ya sean estas públicas o privadas. En concreto, podemos hablar de España como uno de los países del mundo donde más se juega a los juegos de azar y en concreto a la lotería, dado que tan solo hace falta salir al extranjero para comprobar que el resto de países no cuentan, ni por asomo, con el mismo número de sorteos que tenemos nosotros. Ya sea a través de loterías y apuestas del estado, ya sea a través de la organización de ciegos, mediante la Cruz Roja o con participaciones hechas por comisiones de fiestas, entre otros, cada día tenemos varios juegos en los que poder hacer algo de dinero o perderlo, en el caso de que no nos toque nada. Así, en este sentido, a lo largo de este post vamos a ver como la lotería apela a nuestra psicología para lograr que compremos participaciones y, con ello, seguir engrosando las arcas de las diferentes organizaciones que la promueven.
Tal y como os decimos, muchos son los trucos que utilizan las diferentes organizaciones para captar a sus clientes y es que la lotería es muy atractiva para las arcas del estado, puesto que de cada premio de gran valor que toca, gran parte de los beneficios se los llevan las arcas públicas, pero no solo eso, sino que también el propio agraciado se lleva un pellizco importante, de ahí que usen técnicas propias de la psicología para captar clientes.
Sin ir más lejos, loterías y apuestas del estado mima el sorteo de la lotería de navidad, dado que esta es una de las ocasiones, o la que más con diferencia, en las que se vende un mayor número de boletos. Esto se debe en parte al formato del sorteo, donde no solo un número es el agraciado, sino que salen decenas de ellos, cada uno con un valor pero que, sin duda alguna, a todo aquel que le toca un pellizco le hace ilusión. En este sorteo, como os decimos, el organismo público de apuestas mima sus campañas de publicidad, su estrategia de venta y no deja indiferente a nadie, dado que se saben adaptar a cada una de las situaciones que vivimos. Así, a lo largo de la historia nos podemos encontrar con decenas de anuncios diferentes de los cuales hasta se han hecho publicaciones para buscar el mejor spot de la lotería de navidad de la historia. Unos anuncios que, como os decimos, en función de la época del año en que se emitan son diferentes. Esto lo podemos ver claramente en que los que se emiten en verano, cuando se empieza a vender la lotería de navidad buscan un perfil concreto de comprador y es aquel que se ha ido de vacaciones a decenas de kilómetros de su casa y al que nada le gustaría menos que no tener un boleto del lugar en el que ha estado veraneando y que finalmente este resulte premiado, por lo que apelan a esto para ganar psicológicamente a los compradores. Sin embargo, en los últimos años ya podemos comprar lotería en nuestro lugar de vacaciones, aunque nos hayamos olvidado, dado que muchas de las administraciones ya venden online. En este sentido, una de las que nosotros os recomendamos es Lotería Dulcinea de oro, dado que cuenta con plataformas de pago seguro y la garantía de estar comprando a una de las administraciones más conocidas de nuestro país y que más premios ha repartido.
En lo que respecta a las campañas publicitarias, en el caso de las campañas más cercanas al sorteo, donde ya vemos participaciones en todos los locales y ya se respira el ambiente navideño, la campaña gira en torno a este aspecto y busca que el comprador acceda a adquirir esos billetes o participaciones que venden en los lugares que él frecuenta y a los que no querría que le tocase la lotería en el caso de que este no haya comprado.
Los sorteos extraordinarios, un gancho para captar clientes
Si bien es cierto que queda claro que loterías y apuestas trabaja la psicología para vender sus boletos, la realidad es que hay otras organizaciones que no se quedan atrás, dado que también lo hace la ONCE o la Cruz Roja con los sorteos especiales con motivo del día del padre o de la madre, por ejemplo. Estos sorteos extraordinarios consiguen captar clientes que habitualmente no son jugadores pero que en un momento dado si que se animan a comprar y quizá después pasen a ser usuarios habituales de este tipo de juegos de azar.