Uno de los problemas sociales que viene siendo tendencia en España en los últimos tiempos tiene que ver con el aumento de la edad media de nuestra población, que tiene mucho que ver en lo que respecta a una pirámide invertida que ya es una realidad y que viene a decir que hay menos jóvenes y más personas mayores. Aunque es cierto que eso tiene muchas buenas noticias derivadas, como el hecho de la llegada de una mejor calidad de vida y esperanza de vida en nuestro país, es cierto que hay cuestiones a las que esto no les beneficia, como es el caso del pago de las pensiones.
España es uno de los países del mundo que más ha notado este envejecimiento de la población, que es algo habitual en otras zonas del mundo pero que ha tenido un impacto muy grande en el interior de nuestras fronteras. Desde luego, está claro que los servicios que presta nuestra sociedad se han tenido que ir orientando hacia las necesidades de las personas mayores en muchos casos. Y es que eso es fundamental para hacer que la gente que ya tiene una determinada edad tenga la capacidad de vivir una vida feliz hasta el último momento de su existencia.
Una noticia que fue publicada en la página web de Idealista indicaba que España es uno de los países que tienen más personas de más de 80 años en toda Europa. La verdad es que esta es una de las cuestiones que más caracterizan a nuestro país y que más condicionan su política de servicios y de bienestar social. Tener en cuenta a las personas de más de 80 años es imprescindible para hacer de España un país que defienda la calidad de vida de todas sus gentes. Y es que nunca nos podemos olvidar de las personas mayores y de la importancia que tienen para su sociedad.
Otra noticia, en este caso publicada en la página web de Solidaridad Intergeneracional, indicaba que hay más de 850.000 personas que, teniendo más de 80 años, viven solas en nuestro país. La verdad es que es un dato realmente escalofriante y que, desde luego, explica la cantidad de políticas sociales que se han venido ejerciendo en los últimos años en pos de mejorar y hacer más fácil la vida de las personas que se encuentran en esa fase de su vida. Lo cierto es que era algo necesario y que nunca se puede olvidar en una sociedad envejecida como la nuestra.
Sigue creciendo el envejecimiento de la población en España y eso implica que tengamos que estar atentos y atentas a una nueva serie de necesidades de este gran grupo de población. Y, teniendo en cuenta que la cantidad de tiempo libre de las familias ha decrecido teniendo en cuenta que lo más habitual es trabajar fuera de casa y depender de muchos minutos de viaje en transporte público, son muchas las unidades familiares que han empezado a sondear la posibilidad de trasladar a sus mayores hasta residencias geriátricas. Nos lo han comentado desde Residencias Lacort, cuyos profesionales nos han comentado que este aumento de la demanda ha ido de la mano de un aumento del número de plazas en residencias geriátricas en España.
El mejor de los respetos para nuestros mayores
Siempre hemos escuchado decir que a los y las mayores les debemos el máximo de los respetos puesto que son las personas con más experiencia que tenemos a nuestro alrededor y que saben de una mejor manera qué hay que hacer y qué hay que valorar en cada momento de la vida. Pero lo cierto es que, a pesar de todo eso, en muchos casos la sociedad no ha habilitado mejoras para las vidas de todas estas personas. Por suerte, parece que ahora, a sabiendas de que ya un buen porcentaje de gente es anciana en España, hemos empezado a ver lo importante que esto es.
Nos encontramos en un momento en el que debemos valorar la importancia de que la esperanza de vida haya aumentado tanto en España. Eso nos permite tener cerca de nosotros y nosotras a nuestros mayores, algo que realmente es positivo para nuestra vida en términos de aprendizaje y de, en resumidas cuentas, felicidad. Y tenemos que saber valorar esto y no esperar a que lo hayamos perdido para empezar a hacerlo.
Las personas mayores son una parte primordial de nuestra sociedad y, como tal, tenemos que saber cómo conseguir que se encuentren felices en una sociedad que está plagada de cánones que relacionan la juventud con la felicidad y la vejez como síntoma de depresión y de añoranza. Las personas mayores todavía tienen hueco en la sociedad, claro que lo tienen, y debemos ser capaces de hacérselo ver. Y es que, sin ellos y ellas, nadie sería quien es a día de hoy.