La educación es un aspecto básico para el desarrollo del ser humano. Desde que somos unos niños o niñas nos vamos formando como personas, aprendiendo primero a movernos y a conocer nuestro entorno, después a leer y escribir y, finalmente, a desarrollar conocimientos en matemáticas, ciencias, otros idiomas y un largo etcétera. A medida que vamos creciendo, la dificultad en la materia que procuramos aprender crece, pero también es mayor la base conceptual que vamos acumulando. Cuando llega la hora de incorporarse al mercado laboral, debemos tener una cultura realmente importante.
Es cierto que el patrón no se reproduce de la misma manera en todos los casos. Hay personas que, por diferentes causas, presentan dificultades en el aprendizaje o en la interacción social. El deber de la sociedad es el de ayudar a esas personas a experimentar un desarrollo lo más parecido posible al de los demás, puesto que ese es su derecho y nadie se lo puede arrebatar bajo ningún concepto. Es evidente que es responsabilidad de la sociedad cuidar de todas las personas que la conforman y velar por el hecho de que su educación sea la mejor posible.
Es verdad que no todo es perfecto y que el sistema presenta defectos en muchas ocasiones. Un ejemplo de ello lo encontramos en la noticia que os vamos a compartir en este párrafo y que pertenece a la página web del diario El País. En ella, se indica que el 72% de los alumnos y alumnas con necesidades especiales están desatendidos. Esto se produce como consecuencia del sobre ratio que tienen los profesionales de pedagogía terapéutica y audición y lenguaje. Eliminar esos problemas sería necesario para intentar que mejorara la calidad educativa de este tipo de alumnado. De lo contrario, los problemas persistirán y serán los propios alumnos los que van a padecer las consecuencias.
Los padres y madres catalogan como elemental, cada vez en una mayor medida, la labor que tienen los profesionales de pedagogía terapéutica o audición y lenguaje. Y la verdad es que es lógico que así sea. En la página web Eres Mamá se habla de un aspecto como este al indicar, en un artículo, diferentes aspectos relativos a la figura del especialista en audición y lenguaje y su importancia a la hora de garantizar un correcto aprendizaje y desarrollo por parte de los más pequeños.
Es elemental que todo el mundo tenga acceso a los conocimientos que son necesarios para eliminar cualquier problema de comunicación e interacción social de los más pequeños. Para ello, el especialista en audición y lenguaje es la figura indicada… ¡y tenemos buenas noticias al respecto! En España, según nos indican desde Preparador Audición y Lenguaje, ha crecido el número de personas que están preparándose para una oposición en esa materia. Esto, sin duda, hará que la calidad de los docentes se multiplique de una manera realmente interesante. Eso es lo que necesita nuestro sistema educativo y lo que hará que sea justo e idóneo para sus alumnos y alumnas.
Quedan muchas cosas por hacer
No cabe la menor duda de que hay que promover todo lo que tenga que ver con la educación orientada a audición y lenguaje. Estaremos todos y todas de acuerdo en que hablamos de un aspecto elemental en lo que respecta a la formación y desarrollo de personas que lo necesitan y que requieren del buen hacer de los profesionales que se dedican a este tipo de labores. Ni que decir tiene que ese es uno de los motivos por los cuales podemos definir un modelo educativo como «bueno». Y, en España, aunque sí que hemos mostrado sensibilidad con este tema, lo cierto es que todavía tenemos margen de mejora.
El principal problema que tenemos en materia de audición y lenguaje ha sido el mismo que solemos tener al hablar de educación en general: el elevado número de alumnos que tiene cada profesor. Estamos en un momento en el que sabemos que la calidad educativa depende en buena medida del grado de personalización que le podamos otorgar a cada alumno. Y eso es inversamente proporcional al número de alumnos por aula que exista. Si es excesivo, es evidente que las dudas de cada cual serán mucho más difíciles de resolver.
Trabajar en una mejora continua para ofrecer una educación de calidad para todo el mundo es una de las grandes responsabilidades de la sociedad. Ojalá podamos conseguirlo. Cierto es que estamos en el camino, que se están produciendo avances todos los años pero que cabe preguntarse si esos avances se podrían solucionar más rápido, con una inversión más alta que haga posible la existencia de una mayor cantidad de profesores de todos los tipos en el sistema educativo. Sería la mejor noticia para dicho sistema.