Después de vivir varios años en Copenhague, el Hygge empezó a formar parte de mi día a día. Este concepto escandinavo se centra en el placer de los pequeños momentos de valorar y priorizar aquello que te hace sentir bien y rodearte de ello y expresarlo. Recuerdo lo difícil que me fue adaptarme al principio. Encontrar alojamiento en los países nórdicos es muy difícil y también encontrar tu gente. Supone un esfuerzo inicial, aunque, poco a poco acabas adaptándote y encontrando ese Hygge spirit que terminas haciendo tuyo.
