Si algo se echa de menos cuando te vas a vivir a Madrid es la
naturaleza. De ahí que no es extraño que cuando los madrileños tienen unos días libres, o un simple día, marchan en estampida en busca de aire fresco. Así lo hice yo. Después de vivir varios años en
La Castellana, decidí dar un vuelco a mi vida y comprarme una casa en Algete, un municipio situado a 30 kilómetros al noreste de la capital. Además fue muy fácil y barato después de contactar con
Fresno Inmobiliaria.