¿Buscas muebles bonitos y de diseño al mejor precio?

Mi pareja y yo fuimos el otro día a cenar a casa de Bea y quedé prendada de sus muebles y decoración. ¡Todo era tan bonito y original! Entonces, le pregunté a mi amiga de dónde provenía todo, y ésta me contestó alegremente que la totalidad de lo que tenía en casa lo había comprado en la tienda online Dismobel, una empresa dinámica e innovadora que –siempre según ella– evolucionaba siguiendo las demandas y tendencias del mercado.  Además, ésta pertenecía a un grupo de empresas del sector del hábitat, fabricación y distribución desde hacía unos 65 años aproximadamente, ¡siendo los actuales propietarios los de la cuarta generación! A mi parecer, una empresa que lleva tantos años funcionando, a pesar de la crisis y demás, denota ser fiable, eficaz, de calidad y capaz de renovarse sin cesar. “Si ya mi madre compró algunos de sus muebles en la tienda física madrileña de la firma, ¡es decir!”, añadió riéndose mi amiga. Con lo cual, yo tenía ¡sí o sí! que ir a ver el sitio web de esta tienda de muebles. Con ello, iban a ser pronto las rebajas de verano y tenía que aprovechar esta oportunidad. Al llegar a casa, es lo que hice y descubrí una tienda encantadora con miles de muebles bonitos y a buen precio, así como muebles de diseño en los que colaboraban creadores de renombre tal y como: Alfonso Gallego, Borja García, Carlos Tíscar, Esther Campos, etc.  ¡Nada más y nada menos! ¡Con lo que me apasionaba a mí este mundillo! Un tiempo estuve, en efecto, matriculada en la universidad para estudiar diseño industrial, pero tuve que dejar mis estudios al quedarme embarazada durante el primer año. Pero dicen que lo que te ha gustado… ¡te gusta siempre!

Pasión por el diseño 

Tal y como lo he señalado anteriormente, me quedé embarazada estando estudiando y aunque lo intentara de todas las maneras posibles y con la mejor voluntad del mundo, me fue, sin embargo, imposible seguir con mis estudios universitarios ya que el padre del niño, al enterarse de la noticia, se fue de la ciudad y del país y no dio nunca más signos de vida. Por esa razón, y al estar completamente sola en Madrid, puesto que toda mi familia se encuentra fuera, tuve que ponerme a trabajar para poder pagarme un alquiler e instalarme con mi hijo unos meses más tarde. De ello y a día de hoy, ¡no me arrepiento en absoluto! Pues, Aziel es lo más bonito que me ha podido pasar en la vida. Además, conocí a mi pareja actual cuando mi hijo tan sólo contaba dos años, y llevo en la actualidad siete años con él. Henry (mi novio) quiere y educa a mi pequeñín como si fuera el suyo, al igual que lo haría un buen y responsable padre. De hecho, lo ha reconocido y Aziel lleva su apellido. En fin, todo ello para deciros que el diseño y los muebles, aunque lo haya tenido que dejar, es algo que siempre me ha gustado… Y hay que reconocer que la tienda online Dismobel tiene mucho arte para crear o seleccionar en los más remotos rincones del mundo productos para sus tiendas de muebles que permitan a las personas disfrutar de un espacio familiar o laboral propios. Se les nota que están apasionados por su trabajo. ¡Eso te lo dice una experta en la materia! Jajaja…

Además, son sumamente respetuosos con el Medio Ambiente. Hay que saber que aplican una gestión sostenible, promoviendo un modelo de gestión que tenga en cuenta en todo momento las consecuencias de su actividad en las generaciones futuras. Así pues, la empresa apoya, por ello, a todos aquellos fabricantes que utilizan la madera procedente de bosques gestionados de forma sostenible y certificados por organismos independientes. ¡Eso para una mamá y ecologista convencida como yo es fundamental! Y bueno, lo más importante es que me gustaron tanto los muebles y la decoración que proponían en la web, que junto con mi pareja decidimos –puesto que este verano nos quedábamos en Madrid– encargar un sofá de color beis, una alfombra súper original llamada Manley y un cuadro de los Beatles. ¡Ni os cuento como quedan en mi casa! Estoy tan contenta que estoy pensando en retomar mis estudios de diseño industrial. Nunca es tarde, dice el refrán…