Todos la buscamos, pero parece que cuanto más empeño ponemos en hacerlo, la tan ansiada Felicidad más se nos escapa de las manos.
Y es que, el objeto de la felicidad puede variar mucho de unas personas a otras, sin embargo, existen ciertas características que ayudan a alcanzar ese estado de Bienestar.
Precisamente, este es el término que autores como Seligman, un conocido autor y principal exponente de la Psicología Positiva han acuñado para referirse a eso de conseguir ser felices.
Según este autor, cultivando una serie de cualidades propias de un carácter con fortaleza podemos llegar a conseguir llevar una vida con gran Bienestar.
Un acercamiento a las Emociones Positivas
Según una definición hecha por Seligman en 1999, la Psicología Positiva es el estudio de las experiencias positivas, pero también de otros aspectos como son los factores positivos individuales o el desarrollo de programas para mejorar la calidad de vida de las personas.
Se trata así de una disciplina de la Psicología que afirma que la salud emocional es mucho más que la ausencia de enfermedad. Se enfoca en las cualidades positivas y en cómo pueden desarrollarse para que las personas puedan tener una vida satisfactoria.
Está claro que siempre existirán muchas circunstancias adversas en nuestra vida sobre las que no tendremos ningún control, si bien lo interesante de este enfoque es nuestra capacidad para desarrollar herramientas y hábitos que nos permitan afrontarlas con fortaleza.
Después de conocer a este autor y según mi propia experiencia he elaborado mi pequeña guía del Bienestar con una serie de pasos que a mí personalmente me están funcionando muy bien.
Una de las cosas que he cambiado en mi estilo de vida pensando en mejorar mi Bienestar es el de planear actividades agradables en mi tiempo libre. Ahora valoro mucho más aquellas cosas que me hacen sentir bien, por lo que soy mucho más asertiva a la hora de proponer planes con mis amigos.
Antes siempre nos íbamos de bares, pero ahora he empezado a proponer planes alternativos, a los que se han ido sumando algunos de mis amigos también. Es cierto, que el cambio de hábitos puede resultar complicado al principio, sobre todo porque puede que tengas que empezar a hacerlo sola, pero al final siempre terminas sintiéndote mejor.
En mi caso, empecé a ir a Evasiom Spa, todo un santuario para el cuerpo y los sentidos, un lugar donde relajarte y empaparte de esa mezcla única de las culturas oriental y occidental, una forma completamente diferente de viajar con tus sentidos a través de diferentes rituales y tratamientos milenarios.
Inspirado en los mejores Spas del mundo, nace en este Centro el concepto de Bienestar de Lujo que acompañado de una cuidada decoración, iluminación y sonidos y olores relajantes convierten ésta, en una experiencia única. Además de contar con terapeutas que conocen las más antiguas técnicas y contemporáneas basadas en principios holísticos del bienestar integral, así como de un completo equilibrio de cuerpo y mente.
De hecho, poco a poco lo que empezó siendo una actividad más se convirtió en un hábito. Y es que, aquellas cosas que te producen bienestar no deben terminar siendo algo que haces de forma esporádica, sino que, lo ideal, es integrarlo en tus rutinas diarias. Así, empezar a practicar Yoga o Pilates puede ser una actividad muy beneficiosa tanto física como emocional.
Si bien, es importante esta idea de comprometerse con aquello que verdaderamente te está aportando bienestar. Es decir, de nada sirve hacer yoga si no estás realmente presente en el momento en el que estás realizando la actividad. Esa es la base de disfrutarla el hecho de estar realmente presentes mientras la hacemos en el aquí y ahora.
Otro consejo para conseguir más Bienestar en nuestras vidas es pasar más tiempo con amigos y familiares. El ser humano es un ser social y las relaciones sociales satisfactorias se convierten en una gran fuente de Bienestar.
Una de las cosas que siempre me ha parecido más difíciles buscando mi Bienestar, ha sido el de la aceptación. Es muy importante aprender a aceptar aquello que no podemos cambiar. Aprender a afrontar nuestras emociones y gestionarlas de una forma positiva es uno de los mejores regalos que puedes hacerte a ti mismo.
Aprender a reponernos frente a las adversidades, aceptando todo aquello sobre lo que no tenemos control y centrándonos en lo que sí podemos cambiar.